Tegucigalpa, Honduras.
Cada vez que llueve en la capital, las tormentas dejan una huella nefasta en el Distrito Central.
La alerta verde decretada por entidades locales podría pasar a amarilla, de acuerdo con el comportamiento de las precipitaciones. En varios sitios de la capital se han registrado problemas, tal es el caso del muro caído en la escuela Ramón Amaya Amador de la colonia La Hoya.
La noche del pasado miércoles, Alexis Maradiaga, habitante del sector 9 del popular barrio Villadela, al final de la calle Solidaridad Cuba, pasó una de sus peores pesadillas. El ciudadano habita con su familia en una cuartería, donde además vivían siete personas que se mantenían alerta a la crecida de una quebrada que va a desembocar al río Guacerique, el nivel de la quebrada subió y en el afán de estar más seguro con los suyos, decidió ir a la cocina para cerrar la puerta. No logró llegar, pues en esos instantes se produjo un derrumbe y él se quedó prácticamente en el aire, colgado apenas, de donde se propuso salir al hacer un supremo esfuerzo.
Luego de las inspecciones realizadas por el Cuerpo de Bomberos en la zona, esta entidad determinó en que los inquilinos deben desalojar el lugar y evitar poner en riesgo sus vidas. Este año se pronostica una fuerte temporada lluviosa.
Cada vez que llueve en la capital, las tormentas dejan una huella nefasta en el Distrito Central.
La alerta verde decretada por entidades locales podría pasar a amarilla, de acuerdo con el comportamiento de las precipitaciones. En varios sitios de la capital se han registrado problemas, tal es el caso del muro caído en la escuela Ramón Amaya Amador de la colonia La Hoya.
La noche del pasado miércoles, Alexis Maradiaga, habitante del sector 9 del popular barrio Villadela, al final de la calle Solidaridad Cuba, pasó una de sus peores pesadillas. El ciudadano habita con su familia en una cuartería, donde además vivían siete personas que se mantenían alerta a la crecida de una quebrada que va a desembocar al río Guacerique, el nivel de la quebrada subió y en el afán de estar más seguro con los suyos, decidió ir a la cocina para cerrar la puerta. No logró llegar, pues en esos instantes se produjo un derrumbe y él se quedó prácticamente en el aire, colgado apenas, de donde se propuso salir al hacer un supremo esfuerzo.
Luego de las inspecciones realizadas por el Cuerpo de Bomberos en la zona, esta entidad determinó en que los inquilinos deben desalojar el lugar y evitar poner en riesgo sus vidas. Este año se pronostica una fuerte temporada lluviosa.
