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Lo que Isaac Newton (1643-1727), Stephen Hawking y Bryan Obed Larios López tienen en común es la física y su pasión por los números y las más complicadas ecuaciones.
El último es un hondureño que a sus 29 años ya se codea con científicos de todo el mundo por sus avanzadas investigaciones. Hoy, precisamente, impartirá una conferencia magistral en el prestigioso Instituto de Ciencias Isaac Newton, en la Universidad de Cambridge, Inglaterra, adonde fue invitado para exponer su más reciente investigación.
“En el evento String Phenomenology 2012 daré una plática de mi reciente trabajo. En este evento se encuentran los físicos teóricos que trabajan en unificar las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza -elecromagnética, gravitacional, fuerza nuclear fuerte y débil-”, contó a LA PRENSA en un contacto establecido mediante el sistema Webex.
“Justamente el lunes 25 de junio han publicado mi trabajo de investigación en colaboración con dos profesores del Instituto de Ciencias Nucleares de la Unam de México. En este trabajo figura el nombre de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, lo cual contribuye enormemente para subir el ranking académico de dicha institución”, explicó en un correo previo que le escribió al diario para contar sus logros.
La revista donde publicaron su investigación es Journal of High Energy Physics.
Su investigación
Bryan Obed contó que su línea de investigación es la teoría de cuerdas, suyo objetivo es resolver el problema más ambicioso que (desde Albert Einstein) se tiene en la comunidad de los físicos teóricos: tener una teoría unificada, es decir una sola ecuación matemática que describa las fuerzas fundamentales de todo el Universo.
Expuso que de toda Centroamérica solo hay tres profesores trabajando en esta teoría.
Uno de ellos es Fernando Quevedo de Guatemala, que justamente es profesor en Cambridge University y hace una licencia para ser el director del Abdus Salan International Center for Theoretical Physics en Trieste, Italia. El otro profesor es de Costa Rica.
“Considero que compartir esta noticia con el pueblo hondureño puede ser motivador y alentador para jóvenes talentosos que desean hacer ciencias básicas como matemática, biología y física, sobre todo porque he sido formado en Honduras, tanto la licenciatura como la maestría, aunque estoy buscando una posición doctoral en el extranjero”.
Todo un genio
Larios es originario de Tegucigalpa, pero se crió en Santa Rosa de Copán, donde cursó los estudios primarios. Se graduó en el instituto oficial álvaro Contreras, de esa ciudad, de bachiller en ciencias y letras.
Es hijo único y descubrió su pasión por la física cuando estudiaba Ingeniería Civil en la Unah, la carrera que su madre había escogido para él.
Respecto a su madre comentó: “Qué bueno que pregunta por mi mamá. Es curioso, pero considero que tengo dos: mi abuela Rosa Almendárez, que me crió casi desde que nací hasta la adolescencia (17 años), y mi madre Ruth López, que con mucho sacrificio es quien básicamente me permite hacer lo que más me gusta, ya que hasta el día de hoy a mis 29 años me sigue apoyando incondicionalmente. De lo contrario sería únicamente un mal profesor de Física”, dice y suelta una carcajada.
Bryan es hijo único, pero su familia es muy numerosa. En su círculo de amistades y en el familiar, muchos no comprenden con facilidad su carrera. “Un tío creyó que yo era maestro de Educación Física”, dice, de nuevo sonriente.
“En contra de mi familia me cambié a Física porque sentía que necesitaba algo que fuera más exigente. La Ingeniería es más técnica y yo quería profundizar en los estudios matemáticos.
Me dieron el anzuelo, lo mordí y ahora estoy metido hasta el fondo”, señala al contar que siempre que va a Copán de visita promociona la carrera de Física y varios ya se han apuntado y son hombres exitosos que siguen sus pasos.
Larios cuenta que sus aspiraciones son tener un doctorado y trascender para enaltecer el nombre de Honduras. “Muchos compañeros aquí en Cambridge no sabían ni siquiera dónde queda Honduras.
Un africano creía que era en Asia y el asiático creía que estaba en África. Y los que la conocen lo hacen por los futbolistas o por Salvador Moncada, ya que creen que él es el único científico en el país”.
Estudioso de oficio
El joven científico hondureño es un apasionado de la lectura especializada. Lee poca literatura y le encanta cocinar, tanto que hasta desea tener su propia fonda.
Gracias a su interés en aprender ya ha ganado 15 becas que le han permitido conocer la cultura de al menos ocho países, donde ha cursado especializaciones.
“Muchos creyeron que con mi carrera me moriría de hambre y al contrario ya he ganado bastante peso y conocimientos”, dice con un natural sentido del humor.
Cuenta que decidió escribirle a LA PRENSA porque es el periódico que sus padres leen a diario y porque pensó que el país necesita noticias positivas.
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