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Familiares de reos de Comayagua piden agilidad a forenses

  • 15 marzo 2012 /

Cadáveres de al menos 50 reclusos fallecidos en Comayagua están identificados, pero nadie los reclama.

Las heridas siguen abiertas y el consuelo no llega para los familiares de los reos fallecidos en el presidio de Comayagua, cuyos cuerpos siguen en manos de Medicina Forense sin ser identificados.

Ayer, al cumplirse un mes de la tragedia que los tiene viviendo temporalmente en un albergue capitalino, los dolientes volvieron a salir a las calles para protestar y exigir agilidad en el reconocimiento y entrega de los 142 cadáveres que siguen en la sede de la Anapo (Academia Nacional de Policía), habilitada como morgue alterna.

Al menos un centenar de familiares se apostaron frente a las instalaciones del Ministerio Público para exigir la entrega inmediata de sus deudos.

A diferencia de otras ocasiones, los dolientes salieron de las instalaciones del Infop (Instituto de Formación Profesional) en dos buses que los trasladaron al Santuario de Suyapa. Estando allí se bajaron del automotor y salieron caminando hacia las instalaciones de la Fiscalía.

Le exigen al Fiscal

Una vez apostados frente a las oficinas de la institución, los protestantes solicitaron a gritos y con sonidos de tambores la atención del fiscal Luis Rubí.

Los minutos pasaron y los ánimos se caldearon, motivo por el que los dolientes se tomaron la calle de acceso impidiendo la circulación de vehículos.

Ante la negativa de los manifestantes de nombrar una comisión para ingresar en el Ministerio a dialogar, se hizo presente en la orilla de la calle el Fiscal General Luis Rubí, lo que provocó un escándalo, ya que lo obligaron a cruzar la calle y eso originó momentos de tensión y angustia en el funcionario.

Los manifestantes rechazaron la cobertura de la prensa en la intervención del fiscal, pero todo volvió a la calma cuando ingresaron en las oficinas para dialogar en privado.

Cuerpos sin reclamar

Entre 30 y 40 cadáveres de reos del penal de Comayagua serán devueltos a la morgue capitalina porque ningún familiar se ha acercado para iniciar los trámites de entrega, confirmó Gustavo Roque, asistente de la Dirección de Medicina Forense.

“Los cadáveres están calcinados, pero ya han sido identificados y nadie pregunta por ellos. Se ha tratado de establecer comunicación y no se ha logrado ningún contacto familiar, razón por la cual estos restos mortales estarían siendo trasladados nuevamente a la morgue capitalina”, expresó.

El médico adelantó que ya hay muestras de ADN que se enviaron a Chile y a Perú, lo que significa que en unos 10 días se estarían entregando entre 40 y 50 difuntos más. El médico destacó el profesionalismo en el trabajo de identificación de los cadáveres.

“Tragedia fue un espectáculo dantesco”

Miguel Ángel Gavilán, perito del SML (Servicio Médico Legal) de Chile contó al diario La Cuarta de su país el enorme drama que presenció cuando viajó a Honduras a apoyar a los forenses hondureños en el reconocimiento de los cadáveres de los reos fallecidos en el penal de Comayagua.

“Fue un espectáculo dantesco, fue realmente conmovedor. No solamente por el incendio, sino por las familias; eran muy humildes, un pueblo muy pobre”, narró Gavilán al iniciar el relato de la experiencia que le tocó vivir en Honduras.
Él y otros 12 expertos chilenos del SML viajaron a Honduras para ayudar en las tareas de identificación de los 361 muertos.

Apenas la noticia de la tragedia llegó a Chile, el Gobierno ofreció una mano solidaria y, en menos de 12 horas, los peritos estaban arriba del avión.

El ministro de Justicia, Teodoro Ribera, el director del SML, Patricio Bustos, y la directora de Medicina Forense de Honduras, Yessica Pinto, reconocieron esa labor.

En los 13 días que estuvieron en Honduras, los dos médicos, un odontólogo forense, un antropólogo, una arqueóloga, un bioquímico, un fotógrafo y personal de apoyo del SML, junto con dos expertos en huellas del Registro Civil, trabajaron codo a codo con especialistas de otros cinco países en el lugar de la catástrofe y en el centro forense instalado en Tegucigalpa.

Miguel Ángel Gavilán asegura que lo vivido fue “muy fuerte. Ya teníamos la experiencia con el terremoto del 27 de febrero, el bus de Melipilla y el incendio de San Miguel, pero esto fue un espectáculo dantesco”.