28/04/2024
04:58 PM

Falta de agua y sanitarios pone en riesgo la salud de escolares

Santa Rita, Honduras.

La falta de agua, servicios sanitarios y un cerco para proteger las instalaciones son algunas de las necesidades que enfrentan cerca de 100 niños y maestros de la escuela Gracias a Dios de la colonia del mismo nombre de este municipio.

La escuela se encuentra en las faldas de la montaña Mico Quemado.

El centro que funciona bajo el sistema del Programa Hondureño de Educación Comunitaria (Proheco) es atendido por tres maestros de básica y dos de prebásica.

Miembros del Comando Sur de Estados Unidos se enteraron de la delicada situación que atraviesa la población infantil del lugar, y eso los motivó a entregar kit escolares, pizarras y un lote de pupitres, pues los existentes, que son de madera, están deteriorados.

Kevin Higgins, coronel en condición de retiro de ese comando militar, y Héctor Ruiz, jefe de la Unidad Metropolitana 11 de la Policía Nacional, se encargaron de entregar el aporte que viene a remediar en parte las necesidades de los pequeños.

La labor es parte de un programa social que desarrolla esa entidad estadounidense junto con la Secretaría de Seguridad; con ello buscan un mejor acercamiento a las comunidades de todo el país.

Foto: La Prensa

Un maestro muestra los sanitarios.
El oficial Ruiz expresó que es satisfactorio poder apoyar a esos pequeños que muestran un gran interés de superación.

“Consideramos que si todos nos unimos para apoyar la educación de nuestra niñez tendremos hombres y mujeres de gran futuro en Honduras”, expresó. En la actividad, además, participan elementos de la Unidad Especial Tigres.

La ayuda también llegó a la escuela Jhon F. Kennedy del barrio Echeverri.

Edgar Mejía, director de la Gracias a Dios, agradeció el gesto. “Estamos alegres por el aporte; es una pena que la Secretaría de Educación no nos dé nada, y otras instituciones como el Comando Sur y la Policía sí se solidaricen con nosotros”.

Indicó que tienen un buen tiempo de estar tocando puertas a nivel local y central para que les ayuden a mejorar la red de agua, construir pilas e instalar nuevos sanitarios para evitar que los niños se enfermen, pero todo ha quedado en promesas.

“Tememos que los alumnos se enfermen; estos se las tienen que ingeniar para hacer sus necesidades fisiológicas. Algunos piden permiso para ir a sus casas y luego regresan a las clases; urgimos solventar ese problema para proteger la salud de los pequeños”, expresó Mejía.