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EUA apoyará a la Policía de Honduras, pero no al director

  • 28 marzo 2013 /

Estados Unidos retiene
$11 millones de ayuda a Honduras para seguridad, declaró William Brownfield, el zar antidrogas.

Estados Unidos apoya a la Policía de Honduras, pero ignorará a su director general, Juan Carlos Bonilla, y a su cúpula de mando, ante las acusaciones en su contra, declaró ayer el subsecretario adjunto para la lucha antinarcóticos, William Brownfield.

“No tenemos relaciones con él (con Bonilla), no ofrecemos ni un dólar, ni un centavo de un dólar. Y también hemos eliminado el nivel inmediatamente abajo. Los 20 funcionarios que trabajan directamente con el director general, tampoco trabajamos con ellos para dar dos grados de separación a cualquier programa que apoyamos con la Policía Nacional”, dijo el funcionario en una videoconferencia en la que habló en español.

El responsable de la lucha antidrogas del Departamento de Estado admitió que el director general es el responsable para todo el organismo; pero advirtió que “eso no quiere decir que todos los policías, los 15,000 o 16,000 miembros de la Policía Nacional de Honduras reportan directamente al director general.


“La verdad es que nuestro cálculo es que hay unos 20 funcionarios que reportan directamente al director general, y los otros, por supuesto, como en una pirámide, reportan a oficiales y funcionarios más abajo en el proceso”. Pero garantizó que los programas de apoyo seguirán.

La semana pasada anunció en Tegucigalpa la cantidad de 16.3 millones de dólares para formar nuevas unidades de élite.

Con esa política de no entregar ayuda a Juan Carlos Bonilla y sus asistentes se logran “dos grados de separación”, explicó Brownfield, quien recordó que el Congreso de Estados Unidos no permite entregar fondos a personas o instituciones acusadas de violaciones de los derechos humanos.

Apoyar a la Policía es la solución menos mala en un contexto de corrupción y violencia en América Central, justificó Brownfield.

Recorte de ayuda

Brownfield detalló que Centroamérica recibió de EUA el año pasado 85 millones de dólares en cooperación para seguridad, de la cual el 65% se distribuyó entre los tres países del triángulo norte: Honduras, Guatemala y El Salvador, sin contar el apoyo en aviación para interdicción de drogas.

A finales de 2012 se aprobaron a Honduras alrededor de 36 millones de dólares para diferentes programas, de los cuales 26 millones se destinaron concretamente para la Policía
y otros en programas de seguridad.

No obstante, señaló que de esos $26 millones se retuvieron unos 11 millones de dólares “que en otras palabras están bajo reserva o retenidos por el Congreso (de EUA) pendiente de resolución de algunos puntos por parte del Comité de Apropiaciones”, explicó.

“Eso es más menos mi cifra, serían $26 millones para 2012, de los cuales $16 millones ya están disponibles para programas de apoyo, y entre 10 y 11 millones que están retenidos en este momento por el Congreso”, explicó.

Agregó que tres secciones del Departamento de Estado adelantan una investigación sobre Juan Carlos Bonilla, el director de la Policía que en 2002 fue acusado de tres ejecuciones extrajudiciales y de estar relacionado con 11 muertes y desapariciones adicionales. Fue juzgado y absuelto por un asesinato. El resto de los casos nunca fueron investigados en profundidad.

Depuración tardará

Sobre la depuración de la Policía hondureña refirió que la penetración de los cuerpos de seguridad por parte del narcotráfico y el crimen organizado es un serio problema porque limita su capacidad de responder y proteger a la comunidad.

El proceso de depuración es bastante largo porque requiere de capacitación, selección de nuevos elementos policiales y la expulsión de los policías incompetentes y corruptos, lo que implica un período de hasta una generación.

Brownfield apuntó que este proceso podría tardar entre cinco y diez años; pero la idea es mantener con Honduras una política de dos vías que consiste en la depuración y recapacitación de agentes; y otra es trabajar con unidades especializadas y de confianza para producir mejores resultados en el combate del crimen en las comunidades. “El programa que tenemos en Honduras es apoyar ese proceso de años y a la misma vez trabajar con algunas unidades especializadas y limitadas de tamaño, de confiaza y de personas seleccionadas por su honestidad y falta de corrupción, utilizando tecnología para asegurar que trabajan de una manera honesta”, dijo.

También se busca crear unidades especializadas antipandillas y antinarcóticos que trabajen de la mano con agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y el Departamento Antidrogas de EUA (DEA).
DEA en La Mosquitia

Sobre los resultados de la lucha contra el narcotráfico que libra la DEA y las autoridades hondureñas en La Mosquitia, Brownfield ensalzó la labor realizada en los últimos meses en esa región, al grado que se lograron reducir los vuelos de avionetas cargadas con drogas.

Dijo que hace un año había un enorme número de aeroplanos aterrizando en La Mosquitia y en la costa del Caribe de Honduras para luego trasladar su producto a México y Estados Unidos; pero gracias al esfuerzo conjunto de la DEA y los cuerpos de seguridad, ese tránsito se redujo ostensiblemente.

“La verdad es que ya no se detecta tanto movimiento aéreo por territorio de Honduras. Esa es buena noticia para Estados Unidos porque cualquier reducción de cocaína es buena noticia; pero también es buena noticia para Honduras y esas comunidades humildes que ya no son víctimas de esas organizaciones masivas y criminales”, acotó.