Tegucigalpa, Honduras.
La deportación o no de Ilsa Vanessa Molina tendrá que ser definida o está por ser definida por las autoridades de Estados Unidos en los próximos días.
Molina es acusada por el Ministerio Público por el delito de lavado de activos al implicarla en el saqueo al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
La expalillona, quien fue compañera sentimental de José Zelaya, exjefe de compras del IHSS, integraba supuestamente una red de empresas “fantasmas” creadas para lavar el dinero en la administración 2010-2014.
El pasado 5 de enero, Molina fue capturada entre la frontera de México y Estados Unidos. Autoridades estadounidenses confirmaron la captura. Ahora la acusada se enfrenta a un proceso de deportación que puede ser voluntario y tardarse un par de días en llegar a Honduras u oponerse e ir a juicio para ir a una corte de inmigración con un abogado defensor.
Este último proceso podría desarrollarse en un plazo superior a 30 días, ya que Molina podría alegar persecución política en su defensa y solicitar asilo político a ese país. Mientras tanto, agentes de inteligencia nacional investigan los movimientos aéreos que Molina tuvo durante tres meses para evadir la justicia.
Durante ese período, en el que supuestamente Molina se presentaría de forma voluntaria a los Juzgados de lo Penal, viajó a Guatemala, El Salvador y permaneció durante algunas semanas en España. Autoridades revelaron que siguen un proceso minucioso para determinar los movimientos que llevó a cabo la exmodelo en España.
La alerta roja de búsqueda internacional fue emitida cuatro días después, lo que le permitió viajar por cada país sin ser detenida por las autoridades, debido a que no tenía ninguna acusación.
La deportación o no de Ilsa Vanessa Molina tendrá que ser definida o está por ser definida por las autoridades de Estados Unidos en los próximos días.
Molina es acusada por el Ministerio Público por el delito de lavado de activos al implicarla en el saqueo al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
La expalillona, quien fue compañera sentimental de José Zelaya, exjefe de compras del IHSS, integraba supuestamente una red de empresas “fantasmas” creadas para lavar el dinero en la administración 2010-2014.
El pasado 5 de enero, Molina fue capturada entre la frontera de México y Estados Unidos. Autoridades estadounidenses confirmaron la captura. Ahora la acusada se enfrenta a un proceso de deportación que puede ser voluntario y tardarse un par de días en llegar a Honduras u oponerse e ir a juicio para ir a una corte de inmigración con un abogado defensor.
Este último proceso podría desarrollarse en un plazo superior a 30 días, ya que Molina podría alegar persecución política en su defensa y solicitar asilo político a ese país. Mientras tanto, agentes de inteligencia nacional investigan los movimientos aéreos que Molina tuvo durante tres meses para evadir la justicia.
Durante ese período, en el que supuestamente Molina se presentaría de forma voluntaria a los Juzgados de lo Penal, viajó a Guatemala, El Salvador y permaneció durante algunas semanas en España. Autoridades revelaron que siguen un proceso minucioso para determinar los movimientos que llevó a cabo la exmodelo en España.
La alerta roja de búsqueda internacional fue emitida cuatro días después, lo que le permitió viajar por cada país sin ser detenida por las autoridades, debido a que no tenía ninguna acusación.
