San Pedro Sula, Honduras.
Unos 850 alumnos de último año de 41 escuelas bilingües de la ciudad comenzaron el pasado 30 de septiembre con el primero de una serie de seminarios enfocados en fortalecer los valores y el liderazgo efectivo en los jóvenes.
La charla fue impartida en el auditorio de la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH) y estuvo a cargo de representantes de la consultora Dale Carngie Training. Nirma Reyes, titular de la Dirección Distrital de Escuelas Bilingües Número 23, señaló que el diplomado lo imparten cada año a séniors con el objetivo de recordarles la importancia de aplicar los principios morales y espirituales en cada una de sus acciones.
“Es nuestro deber rescatar a los jóvenes de ese mundo tecnológico por el que están siendo absorbidos. Por ello, los centros educativos trabajan con campañas y conferencias”, expuso.
Al finalizar el curso las autoridades confían en que los estudiantes pongan en práctica lo aprendido y busquen la excelencia en sus ámbitos de participación.
Rosio Santamaría, seminarista encargada del diplomado, estima que la juventud es el corazón de la sociedad y es la encargada de cambiarla por medio de la educación. “Con estas enseñanzas no es que aprendemos a ser perfectos, sino que reflexionamos sobre si lo que estamos haciendo es realmente bueno para nuestras vidas”, dijo Nissa Tróchez, estudiante de la Happy New Dawn.
Unos 850 alumnos de último año de 41 escuelas bilingües de la ciudad comenzaron el pasado 30 de septiembre con el primero de una serie de seminarios enfocados en fortalecer los valores y el liderazgo efectivo en los jóvenes.
La charla fue impartida en el auditorio de la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH) y estuvo a cargo de representantes de la consultora Dale Carngie Training. Nirma Reyes, titular de la Dirección Distrital de Escuelas Bilingües Número 23, señaló que el diplomado lo imparten cada año a séniors con el objetivo de recordarles la importancia de aplicar los principios morales y espirituales en cada una de sus acciones.
“Es nuestro deber rescatar a los jóvenes de ese mundo tecnológico por el que están siendo absorbidos. Por ello, los centros educativos trabajan con campañas y conferencias”, expuso.
Al finalizar el curso las autoridades confían en que los estudiantes pongan en práctica lo aprendido y busquen la excelencia en sus ámbitos de participación.
Rosio Santamaría, seminarista encargada del diplomado, estima que la juventud es el corazón de la sociedad y es la encargada de cambiarla por medio de la educación. “Con estas enseñanzas no es que aprendemos a ser perfectos, sino que reflexionamos sobre si lo que estamos haciendo es realmente bueno para nuestras vidas”, dijo Nissa Tróchez, estudiante de la Happy New Dawn.
