Tegucigalpa, Honduras
Nelly Espino (23) llegó con seis meses de embarazo al Hospital del Sur en busca de ayuda por un sangrado vaginal que amenazaba al fruto de su vientre.
Nelly Espino (23) llegó con seis meses de embarazo al Hospital del Sur en busca de ayuda por un sangrado vaginal que amenazaba al fruto de su vientre.
Al ser evaluada por los médicos se le informó que procederían a extraer a su hija, pues había comenzado la labor de parto.
Los médicos que la atendieron dieron por muerta a su hijita y se la entregaron en una bolsa forense para que la sepultara.
La desconsolada mujer le dio a la niña a su madre para que la enterrara en la comunidad de Tablones, del municipio de Santa Ana de Yusguare, Choluteca.
Unas cuatro horas transcurrieron entre el traslado de la pequeña a la localidad y la apertura de una pequeña fosa en el patio de la casa de la abuela.
Para sorpresa de todos, justo cuando la pequeña iba a ser enterrada, una prima de la madre decidió abrir la bolsa donde estaba la recién nacida, pero al sacarla notó que la bebé respiraba.
Los familiares la llevaron de inmediato al centro de salud, donde la remitieron de nuevo al hospital.
Según Elsy Yadira Betancourt, prima de la madre, luego de que la enviaran al centro asistencial de Choluteca se mostraron temerosos de devolverla al lugar donde la habían declarado muerta.
Sin embargo, era la única opción con que contaban y la ingresaron a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos, donde la bebé lucha por vivir.
“Este es un milagro de Dios, ya que después de estar cuatro horas en una bolsa plástica mi hija todavía tenía vida”, dijo la emocionada madre.
Lilian Rodríguez, delegada regional de los Derechos Humanos, dijo que se abrió una investigación del caso para judicializarlo, pues pudo haberse tratado de negligencia médica.
Según Rodríguez, en el expediente solo aparece la firma del médico enservicio social, lo que significa que la bebé no fue examinada por un especialista.
“Seguiremos las investigaciones con la finalidad de que se aplique la ley si se comprueba una mala práctica médica”, dijo la funcionaria.
El subdirector del hospital, Gustavo Avelar, dijo que en el nacimiento de un bebé de 26 semanas o cinco meses y medio las probabilidades de vivir son apenas del 10%.
“Al recién nacido lo atendió personal médico de servicio social y de enfermería que fue suficiente para determinar que el bebé tenía o no signos vitales”, dijo Avelar.
El doctor aseguró que continuarán las investigaciones para conocer todos los detalles del caso, aunque reconoció que antes de haber declarado muerta a la pequeña debió haber sido llevada a la Sala de Neonatos.
El director de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos dijo que Emily Milagro Espino, como se nombró a la pequeña, se encuentra en buenas condiciones de salud y se recupera satisfactoriamente.
