29/04/2024
12:34 AM

'En clase me vencía el sueño por madrugar'

El joven Allan Gutiérrez se ha convertido en un delfín mojado en oro por los muchos campeonatos de natación en que se ha cubierto de gloria.

    Antes que Allan Gutiérrez se mojara en oro, hubo de pasar la dura prueba de entrenar casi todo los días desde que tenía siete años, aunque él dice que lo hizo con mucho agrado, pensando en poner en alto el nombre de su país y el de su familia.

    “Me levantaba a nadar a las cuatro de la madrugada, por eso como a las diez de la mañana, cuando estaba en clase, me bajaba un sueñito que casi me doblaba”, dice el nadador, ganador de unas 400 medallas, y centenares de ellas de oro.

    En cuanto terminaba su entrenamiento a las seis de la mañana, salía disparado para la casa y luego para la Saint Peter’s Academy donde hizo su primaria y su secundaria. “Como no tenía tiempo para desayunar, me llevaba la comida al colegio y la sacaba de escondidas a media clase”.

    Frecuentemente tenía que ausentarse de las aulas para participar en competencias internacionales de las que por lo general se traía una o más medallas, pero; no obstante, siempre alcanzaba las mejores notas en sus estudios.

    Cuando regresaba, con la ayuda de sus compañeros se ponía al día sobre lo que los profesores habían enseñado en su ausencia, dice. Hoy que está por iniciar estudios de medicina en una universidad de Estados Unidos, reconoce agradecido ese apoyo que le dieron maestros y condiscípulos para culminar sus estudios de bachillerato con un promedio de 94 por ciento.

    Por el oro que ha ganado era respetado por sus compañeros y profesores, pero el trato que le daban todos era el mismo que recibían los demás estudiantes, dice el campeón.

    Algunos de sus cercanos amigos que lo acompañaban a nadar fuera del colegio, se quedaban perplejos al ver cómo rápidamente los dejaba atrás, sin mayor esfuerzo.

    El Aquaman como le decían sus compañeros atribuye esa resistencia a la disciplina que adquirió desde niño bajo la conducción de sus padres y su entrenador Coro Gonzales , pero también a sus condiciones físicas natas.

    Tener brazos largos y delgados y un cuerpo moldeado a fuerza de ejercicios, son factores que han contribuido a formar la cadena de triunfos de Allan Gutiérrez, campeón en un Centroamericano y del Caribe celebrado en Puebla, México. Pese a las grandes satisfacciones que le ha dado la natación, cuando sale a divertirse lo que menos busca es una alberca o el mar porque los asocia con sus responsabilidades deportivas. “Busco deportes que tengan que ver con tierra como el fútbol. Con el mar estoy disgustado, a menos que sea para practicar el snorking u otros que no tengan que ver con natación”, dice.

    Casi se ahoga

    La única experiencia desagradable que ha tenido con el agua fue a los cinco años cuando casi se ahoga dentro de una piscina practicando con el Club Nautilus. Resulta que el entrenador, no se fijó que el niño se soltó de la pared y se fue al fondo. “Me pasó por andar dándomelas de macizo”, dijo. Afortunadamente una madre de familia lo vio y lo sacó a tiempo, era su segundo día de adiestramiento.

    Más que todo fue el susto; sin embargo, él sintió tanto miedo a meterse otra vez al agua que al día siguiente tuvieron que llevarlo casi arrastrado al entrenamiento.

    Superado el trauma y habiendo aprendido a bracear, no había quien lo detuviera. “Lo que después me traumaba era que había mujeres mayores que me ganaban, no era posible pensaba y entonces me pegaba unas “cachimbeadas” de loco para lograr más rapidez y resistencia”. Después ya no hubo problema.

    A los siete años, cuando realmente comenzó su carrera como nadador, se olvidó de sus primeros sueños de niño. Su madre recuerda que Allan decía que quería ser “wachiman”, antes de que se convirtiera en un pequeño delfín.

    él no sabe por qué se le había metido esa idea en la cabeza, aunque también recuerda que quería ser médico como su padre. Considera que esa meta sí la cumplirá lo mismo que espera tocar oro en un mundial.

    Representará también a su universidad en EUA

    El nadador Allan Gutiérrez se siente orgulloso de haber tenido una actuación destacada en el Campeonato Centroamericano y del Caribe de Natación, Cccan, que se realizó recientemente en Puerto Rico, donde ganó cinco medallas, dos de plata y tres de bronce.

    El atleta juvenil también compitió en la categoría de 400 metros libre, en las primeras olimpiadas juveniles de Singapur en 2010.
    Allan, uno de los orgullos de Delfines Sampedranos, acumula en su historial más de 35 récords nacionales y tantas medallas que ya perdió la cuenta.

    Gutiérrez trajo oro para Honduras de la XIII edición del Campeonato Centroamericano y México de Natación , Camex, celebrado en Guatemala al participar en los 200 metros libre y 100 metros mariposa.

    Obtuvo además un primer lugar en el campeonato Centroamericano y El Caribe celebrado en Puebla, México.
    Reconoce que sus triunfos los debe en gran medida a la disciplina que le ha impuesto su entrenador, Coro González. “La clave está en la disciplina y en hacer lo que él dice”, manifiesta el chico de 18 años.

    El delfín sampedrano partió el pasado jueves a Estados Unidos, para comenzar sus estudios de medicina donde espera incorporarse al equipo de natación de su universidad Southern College de la Florida.

    Gutiérrez no cree que los estudios vayan a ser un obstáculo para participar en los Juegos Panamericanos que se desarrollarán de 14 al 30 de octubre en Guadalajara, México.