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Elvis Crespo pone el sabor en la noche del Carnaval en La Ceiba

  • 26 mayo 2013 /

El puertorriqueño conquistó los corazones de miles de hondureños que bailaron con sus canciones.

'Suavemente, besame que yo quiero sentirse tus labios besándome otra vez', qué concierto. Elvis Crespo cantó, bailó y se robó el corazón de miles de ceibeños, turistas hondureños y extranjeros que llegaron para disfrutar del Gran Carnaval de La Amistad 2013.

Qué ambiente, una euforia total y no era para menos, el puertorriqueño conquistó a su público con su sencillez, llegó por primera vez a la ciudad y se enamoró. 'Ya ratos tenía muchas ganas de venir a La Ceiba, ya me habían hablado de lo bonita que era y que mejor oportunidad que el carnaval', dijo el cantante mientras interpretaba una de sus canciones.

Fueron más de dos horas de concierto, todos sus clásicos pusieron a bailar a los asistentes, que no dejaban de pedir, otra, otra. Fue un Elvis Crespo amable como se caracteriza, interactuó con el público, contó de su última producción 'Monster', en la cual trabaja, además regaló su cuenta de Twitter @Elviscrespolive para que lo siguiera.

'Las mujeres ceibeñas son bellas, carismáticas, que alegría estar aquí'.'Despertando con el sol hondureño y recibiendo el cariño de la gente ceibeña. Gracias Dios por otro domingo de vida', escribió el cantante este domingo en Twitter.

'Quiero su carita pintada en mi corazón y le dije al pintor que no se pueda borrar', cantó a los ceibeños, caras que sin duda alguna llevará en su mente, pues el recibimiento fue espectacular.

Eran las 8:00 pm cuando la calle 9 se paralizó. Elvis salía a escenarios y todos gritaban, Elvis.. Elvis.Y que decir cuando interpretó 'Luna llena', ritmo, movimiento y cadencia fueron notorias en los más de 250 mil asistentes que se dieron cita para disfrutar de una noche espectacular, inolvidable.

Además del artista, quien brindó su concierto gratuito, patrocinado por Tigo, otros grupos locales pusieron a bailar a los turistas, que quedaron con ansias de volver a vivir la alegría de La Ceiba.