29/04/2024
12:34 AM

El Negrito se prepara para evitar inundaciones por crecidas de ríos

En invierno, las corrientes de El Dorado causan estragos en la colonia Rafael Martínez.

    El Negrito, Yoro.

    El azolvamiento de los cauces de los ríos y quebradas en este municipio ha sido un eterno problema para sus habitantes porque con pocas horas de lluvias estos se desbordan, lo que causa estragos en viviendas y cultivos.

    Por años, las administraciones municipales han buscado ayuda para el dragado de los afluentes que cruzan en el sector; pero no han recibido respuesta.

    Eso ha llevado al alcalde Delbin Salgado y a los regidores de la comuna de El Negrito a aprobar presupuestos de emergencia para hacer ese tipo de labor y reducir un poco la alta vulnerabilidad a las inundaciones tanto en el casco urbano como en el rural. Uno de esos trabajos se desarrolla en estos momentos en la quebrada El Dorado, la cual cruza la colonia Rafael Martínez, entre otras, en la zona sur de la ciudad.

    Claves
    La deforestación provoca que las corrientes de agua arrastren grandes cantidades de sedimento de la parte alta de la montaña Mico Quemado. La tierra y desechos de árboles forman diques en los cauces de las quebradas que cruzan el municipio.
    En invierno y debido a su azolvamiento, ese afluente provoca que decenas de familias dejen sus hogares para proteger sus vidas de las corrientes; muchas personas han quedado solo con la ropa que andan puesta.

    Ya no queremos que eso siga ocurriendo, poco a poco y con los fondos que paga la población en concepto de impuesto los vamos invirtiendo en la limpieza de estos riachuelos que en verano se tornan inofensivos”, expresó Salgado. Indicó que no es fácil para ellos ejecutar ese tipo de obras, ya que los ingresos son bastantes bajos y hay otras necesidades que atender.

    Dato
    pobladores aproximadamente residen en el casco urbano del municipio de El Negrito, Yoro, son de riesgo ante varias quebradas.
    Otro problema que agrava más la situación es la deforestación en la montaña Mico Quemado, eso permite que las corrientes arrastren grandes cantidades de sedimento y en muchas ocasiones destruyan los canales que han sido limpiados. La mayoría de estos afluentes carecen de bordos, por lo que deben tener su espacio libre de cualquier obstáculo para que el agua siga su curso.

    Pero la preocupación no solo es los barrios y colonias de la zona urbana, pues en el área rural los agricultores siguen expuestos a perder sus cultivos ante los desbordamientos de esos riachuelos. “Cada vez que llueve por una parte nos alegramos porque los sembradíos reciben agua; pero por otra parte nos causa tristeza porque corremos el riesgo de que una crecida se lleve el maíz, no hay bordos”, dijo el campesino. Julio Palma.