29/04/2024
12:34 AM

El Lago de Yojoa lleva una década de destrucción imparable

Zona protegida, afectada por extracción de recursos naturales, industria minera, deforestación y otros.

Cinco mil hectáreas de bosque deforestadas, cuatro mil cabezas de ganado pastoreados en los humedales y ocho comunidades levantadas dentro del área de la cuenca forman parte del panorama que está acabando con el Lago de Yojoa.

Esta zona protegida ha perdido 10 metros de capacidad de almacenamiento de agua en un período de 10 años. Una medición hecha por geólogos en 2002, cuando el nivel de profundidad era de 35 metros, indica para 2010 bajó a 26.5 metros. Los lugareños afirman que cada día el lago se pierde más.

Este dato lo comprueba una auditoría ambiental del TSC (Tribunal Superior de Cuentas) publicada en mayo y donde se revelan los múltiples problemas que están afectando y destruyendo la cuenca.

El documento señala las actividades que están provocando los daños, como prácticas agrícolas inadecuadas, desarrollo comercial y urbanístico, extracción de recursos naturales, industria minera, descarga de residuos, prácticas ganaderas y otros.

En la autoría se evaluó la gestión ambiental de las instituciones con competencia en la cuenca y determinó que falta coordinación institucional.

“El deterioro ambiental del Lago de Yojoa es evidente y creciente, por lo tanto, no cumplen con los objetivos establecidos”, dice el documento.

Desarrollo y contaminación

Con el desarrollo comercial y turístico ha llegado también la contaminación. Prueba de ello es que el 99% de las actividades económicas que se desarrollan no tienen licencia ambiental.

La misma población que vive en los municipios ribereños del lago, Taulabé y San José de Comayagua, Santa Cruz de Yojoa de Cortés, Las Vegas y Zacapa de Santa Bárbara también están contribuyendo a la contaminación.

El impacto que provocan varias de las 54 comunidades alrededor del lago es cada día más dañino. En el caso de las Vegas, Santa Bárbara, el proyecto de aguas residuales está obsoleto y se necesita un nuevo sistema de tratamiento. Las aguas negras salen del baño y van a caer al lago.

Mauricio Reconco, director ambiental de Hondulago, institución gubernamental responsable de ejercer autoridad sobre la cuenca, aseveró que están gestionando fondos para la instalación de la planta de tratamiento en la ciudad. El proyecto tiene un costo de 3.7 millones de dólares. En el mismo municipio hay un sitio denominado Las Peñas que está completamente en los humedales del lago. “Están haciendo movimientos de tierra y eso nos va a generar cientos de toneladas de tierra y material para sedimentar el lago”, manifestó Reconco.

Aunque representa un ecosistema único no solo en el país, sino en la región centroamericana, no existe una institución que pueda controlar la extracción de recursos naturales en la cuenca. En el lago es común el tráfico de madera, de especies, de flora y fauna.

En algunas comunidades se venden loras, garrobos, cusucos, tucanes y otros animales.

“La gente realiza actividades como quemas y descombros para luego cultivar, eso desprotege los suelos y cuando vienen las lluvias todo viene a caer al lago”, explicó Reconco.

En el lago también hay cuatro organizaciones de pescadores legalmente constituidas y cuentan con 27 centros de acopio donde recogen el producto, ahí limpian el pescado y las vísceras van a dar a la cuenca.

Los mismos restaurantes que venden pescado frito en la orilla del lago tiran los desechos de la cocina en la cuenca.

Apenas 54 restaurantes cuentan con una trampa de captura de grasa de los más de 200 negocios de ese tipo que hay.

Invaden espacio

Un levantamiento de catastro realizado el año pasado determinó que la máxima crecida de la cuenca fue en diciembre de 1989 y 100 metros fuera de esa franja no se deben emitir permisos de construcción. Sin embargo en esa área hay restaurantes y comunidades completas.

Mario Mancía, presidente de Amuprolago, (Asociación de Municipios para la Protección del Lago de Yojoa), aseveró que como mancomunidad están haciendo todo lo posible por recuperar el Lago de Yojoa. Sin embargo, reconoce que es una tarea difícil y que tiene que haber un programa gubernamental permanente y fuerte.

La mancomunidad está conformada por siete alcaldías: Siguatepeque y San José de Comayagua, Santa Cruz y San Francisco de Yojoa, Las Vegas, Gualala e Ilama, Santa Bárbara.

“Nosotros aportamos de nuestro presupuesto para apoyar acciones en la protección del Lago de Yojoa. Todos los que están alrededor de la cuenca ejercen una contaminación sobre el lago”, dijo Mancía, alcalde de San José de Comayagua.

Pero para Eduardo Oseguera, alcalde de Siguatepeque, las acciones de Amuprologo no dan resultados. “Es un elefante blanco que no hace nada para recuperar la cuenca. Han politizado la institución”, aseveró Oseguera, pese a pertenecer a la mancomunidad. Añadió que posiblemente el municipio que representa se retire del grupo.
“Nosotros no obtenemos nada del lago y tampoco lo dañamos”, dijo.

La auditoría concluye que la cuenca está siendo explotada inadecuadamente, lo que está causando daños significativos que han contribuido a la disminución del espejo de agua “y si no toman acciones inmediatas su potencial económico será afectado seriamente y los daños ambientales serán irreversibles generando un impacto en la población además de la pérdida de la biodiversidad del área de influencia de la cuenca”.