28/04/2024
07:20 PM

Dramática noche vivieron niños hondureños deportados de México

Hoy ingresan más buses con personas que fueron capturadas en varios estados mexicanos.

San Pedro Sula, Honduras.

La ilusión de conseguir su residencia en Estados Unidos ha terminado para miles de menores hondureños. Los últimos 12 buses llegaron a San Pedro Sula con unos 500 deportados de México, entre adultos y niños.

Es la primera vez que llega esa gran cantidad de migrantes en buses al país y todo apunta a que arribarán más en iguales condiciones. Esta masiva deportación obligó a autoridades hondureñas a poner en marcha planes de emergencia para habilitar albergues y que las personas tuvieran un lugar digno donde pasar la noche.

Los 12 buses cargados de personas llegaron de los estados de Tapachulas y Acayucan. Las unidades recibieron sus primeros pasajeros a las 4:00 pm y el último bus llegó a las 3:30 am, por lo que la mayor parte de migrantes no tuvieron oportunidad de regresar a sus lugares de origen.

Ver especial: Niños migrantes de Honduras

En un solo día ingresaron a Honduras 271 menores deportados, pero en los albergues de México aún hay cientos de niños que regresan hoy.

En pocas horas, la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) habilitó un albergue en el centro de migrantes deportados en el barrio Medina y otro en el sindicato de la Fesitranh, que acondicionó con camas, catres y colchonetas.

Horas difíciles

Al entrar la noche, el drama de las familias era evidente en los albergues. Los padres mostraban rostros de desesperación cuando sus hijos clamaban para que todos pudieran regresar a sus casas. “He sufrido mucho en mi país.

Escuché que varias personas se han ido con sus hijos a Estados Unidos y a la primera oportunidad emprendí mi viaje, pero todo fue una pesadilla. Creo que cometí un gran error al exponer a mis dos hijos. Después de esta experiencia me doy cuenta de lo que vale mi país y el trato de mi gente”, expresó Amanda Torres, originaria de Catacamas, Olancho.

A pesar del cansancio por el largo viaje, Torres aprovechó las donaciones de ropa y zapatos otorgados por el despacho de la primera dama, ya que perdió sus maletas al tratar de escapar de las autoridades de migración mexicana, lo que fue un fracaso porque a los pocos metros fue capturada.

“No puedo describir el dolor al ver el futuro frente a nosotros y perderlo. Tengo que agradecerle a Dios por tenernos juntos y seguir con salud”, relató entre lágrimas la angustiada madre. Las personas recibieron algunos alimentos y jugos para saciar el hambre que pasaron en el extranjero.

Algunos niños sin darse cuenta y por su inocencia jugaban con pedazos de madera y otros que tuvieron mayor suerte recibieron libros para pintar.

A las 11:00 pm, la mayor parte de deportados intentó descansar en las camas asignadas y personas de la Dirección de la Infancia, Adolescencia y Familia (Dinaf) esperaban fuera del centro los buses que aún no salían de la frontera de Corinto.

Tres jóvenes de 14, 16 y 17 años, que a pesar de ser originarios de diferentes partes del país se hicieron amigos en el camino, manifestaron que viajaron por la necesidad de apoyar a sus familias.

“Nací en Choluteca, pero he viajado por toda Honduras en busca de trabajo. No he conseguido nada, por lo que decidí viajar con unos amigos y después de las humillaciones de los mexicanos me siento muy feliz de estar en Honduras, hasta podría besar esta tierra”, expresó Edgar Ramírez, jovencito de 16 años.

Los tres menores le dijeron a LA PRENSA que de México no les gusta ni la comida, por lo que no intentarán volver a cruzar la frontera y el día que les informaron que viajarían a Honduras no durmieron porque estaban ansiosos de regresar a su tierra.

Ayer temprano, las 160 familias que se quedaron en los albergues comenzaron a salir a sus pueblos o ciudades, pero la gran mayoría por lo general volverá a intentarlo.