San Pedro Sula, Honduras.
“No permitamos que los sentimientos malos de los hombres nos causen más destrucción, volvamos a Dios, a la familia y la unidad”, demandó el pastor Misael Argeñal durante la cruzada de oración Tiempo de Cosecha, realizada el fin de semana en el estadio Olímpico Metropolitano.
Miles de miembros del Ministerio La Cosecha de varias ciudades del país participaron en el encuentro de oración y fortaleza espiritual.
También asistieron líderes religiosos de Estados Unidos, República Dominicana, México, entre otros países. Los portones del estadio abrieron desde la tarde para albergar a los participantes. Hubo danzas y cantos de alabanza. Danza y oraciones hubo en la cruzada.
Teniendo como mensaje principal la reconciliación nacional, Misael Argeñal se dirigió a los presentes para agradecer su asistencia y fortalecer los lazos espirituales por el bienestar del país.
“En medio de la crisis que experimenta Honduras espero que el Espíritu Santo ayude al Presidente a frenar la corrupción, el gran monstruo y gran flagelo del pueblo hondureño y que ha empobrecido a través de los años al país”, sentenció Argeñal.
Pidió que exista un gran esfuerzo para reducir la pobreza extrema en que vive el 67% de los hondureños y forjar un país de oportunidades.
“No permitamos que los sentimientos malos de los hombres nos causen más destrucción, volvamos a Dios, a la familia y la unidad”, demandó el pastor Misael Argeñal durante la cruzada de oración Tiempo de Cosecha, realizada el fin de semana en el estadio Olímpico Metropolitano.
Miles de miembros del Ministerio La Cosecha de varias ciudades del país participaron en el encuentro de oración y fortaleza espiritual.
También asistieron líderes religiosos de Estados Unidos, República Dominicana, México, entre otros países. Los portones del estadio abrieron desde la tarde para albergar a los participantes. Hubo danzas y cantos de alabanza.
Teniendo como mensaje principal la reconciliación nacional, Misael Argeñal se dirigió a los presentes para agradecer su asistencia y fortalecer los lazos espirituales por el bienestar del país.
“En medio de la crisis que experimenta Honduras espero que el Espíritu Santo ayude al Presidente a frenar la corrupción, el gran monstruo y gran flagelo del pueblo hondureño y que ha empobrecido a través de los años al país”, sentenció Argeñal.
Pidió que exista un gran esfuerzo para reducir la pobreza extrema en que vive el 67% de los hondureños y forjar un país de oportunidades.
“A los políticos, siéntense a dialogar con altura y tomen las mejores decisiones que contribuyan al bienestar y paz de la nación, depongan sus intereses personales y de grupo no causando más divisiones a la patria”, enfatizó. Argeñal lamentó que al no practicar los valores, la familia, la sociedad y el Gobierno se debilitan y desintegran. “Si Honduras está dividida no podrá permanecer ni salir del subdesarrollo, un país dividido es un mal ejemplo a esta generación, la nación está expuesta a la destrucción”, comentó.
La pastora María Elena de Argeñal en su mensaje dedicó un momento de oración por el bienestar de Honduras, también invitó a los participantes a una reconciliación con Cristo y dedicó un tiempo para orar por los enfermos.
