De sus ojos salía dolor, consternación, impotencia, desconsuelo, repudio. Por sus mejillas pasaba el interminable rastro de ese inmenso pesar.
El sufrimiento que había en su corazón le entrecortaban la voz, pero como pudo tomó fuerzas y con su mano derecha puesta sobre el féretro se despidió del hombre que lo procreó.
“Con matar a mi papá no callan la verdad, con matar a un periodista no callan la verdad. Te juro que siempre vas a estar orgulloso de tu familia”.
Así le dijo hasta siempre Aníbal Alejandro Barrow a su padre, el periodista Aníbal Barrow, cuyos restos mortales fueron encontrados en el sector de Siboney, Villanueva, Cortés, el pasado martes tras permanecer 16 días desaparecido tras su secuestro.
Acompañamiento
Fueron momentos desgarradores. En medio del dolor y del luto el hijo del malogrado periodistas dio un mensaje que conmovió a los presentes.
“Gracias a todos por estar acá. Solamente quiero agradecerles a todos los que están acá con nosotros, a todo el pueblo hondureño, a todas las personas que han estado siguiendo el caso y han estado orando por mi papá, por el alma de mi papá, por su vida, por nuestra familia”, dijo.
'Padre, te amamos, tu familia siempre te va amar y vas a estar orgulloso siempre de tu familia. Te amo mucho, te amo. Gracias a Dios por haberte encontrado y darte las honras que te mereces. Gracias a todos, Dios reciba tu alma, padre, sabemos que estás al lado de él, los ángeles, Dios, están de fiesta en el cielo porque estás al lado de él. Estás al lado de los ángeles, Jesucristo y la Virgen María. Dios bendiga el alma y la vida de cada uno de los que están acá con nosotros, la familia de cada uno de ustedes. Te amamos mucho papá, hasta luego, nos vemos pronto, muchas gracias a todos. Los medios sigan ejerciendo su labor, la verdad os hará libres, con matar a mi papá no callan la verdad, con matar un periodista no callan la verdad”.
Su voz se entrecortó pero fue reconfortado con un aplauso de los presentes entre los que había políticos, empresarios, periodistas, diputados y amigos del comunicador e ingeniero agrónomo.
Adiós al naca naca pirinica
El último adiós al hombre del naca, naca, pirinica, al olimpista, al seguidor del Barcelona estuvo marcado por una mezcla de sentimientos que encierran el repudio y la indignación por la forma violenta en que murió.
Aníbal Barrow fue velado en funerales del Recuerdo y luego fue llevado a la iglesia San Vicente de Paúl, donde los sacerdotes celebraron una misa con una homilía donde se condenó la violencia que azota al país y se dejó claro que Dios no quiere que sus hijos mueran de la forma en que falleció el periodista. Al finalizar la eucaristía, leyeron una serie de acuerdos de duelo, todos repudiando el crimen y solidarizándose con los familiares.
Atentado a la libertad
El Colegio de Periodistas de Honduras (CPH) dejó claro que no se puede seguir atentando contra la libertad de expresión matando a los periodistas y seguir en un estado de indefensión en una sociedad que cada día pide paz. Igualmente la municipalidad de El Progreso y el Partido Liberal leyeron sus respectivos acuerdos. El expresidente Manuel Zelaya Rosales también se solidarizó públicamente con la familia del comunicador y recordó su trayectoria en las comunicaciones .
Tras la serie de mensajes, el féretro fue trasladado hasta su última morada, donde se vivieron momentos imborrables.
Rostros compungidos por el dolor y periodistas con los rostros bañados de lágrimas despedían al amigo.
Momentos difíciles para el gremio porque se trataba de dar el último adiós al colega, pero al mismo tiempo había que hacer el trabajo de recoger reacciones, e informar a la población que se mantenía a la expectativa de lo que ocurría con el comunicador.
El presidenciable Mauricio Villeda, también se hizo presente a las honras fúnebres, donde criticó la violencia en el país y mostró su indignación por el abominable crimen que calló una voz, un periodista de generaciones.
Se callaron las maracas
Fue su compañero de programa en Globo Tv, Oswaldo Martínez, que describió públicamente a Aníbal. “Nunca esperamos lo que pasó, compartimos más de diez años juntos en la radio y la televisión.
El último programa lo hicimos el viernes, antes de que lo mataran”, dijo.
Quiero recordarlo como el que tocaba las maracas todas las mañanas, era un hombre que leía mucho dijo Martínez al rememorar al hombre que desde temprano aparecía en la televisión. “Aníbal leía todas las mañanas La Biblia y sentía terror por la muerte... hasta siempre, hermano”.
Cada palabra, cada verso recordaba el legado del padre, hijo, hermano y abuelo al que le arrebataron la vida en un hecho sin precedentes en Honduras.
La hora de la cristiana sepultura llegó, sus amigos más cercanos y sus hijos cargaron el ataúd en medio del llanto y las caras de dolor.
“Pido un aplauso para mi padre”, dijo su hijo cuando el ataúd descendía para ser sepultado. Luego una de sus amiga empezó a entonar la canción de Mercedes Sosa, una de sus favoritas “solo le pido a Dios que el dolor no me sea indiferente, Que la reseca muerte no me encuentre vacío y solo sin haber hecho lo suficiente”.
Hasta el último momento los amigos se quedaron en el cementerio acompañando a los familiares del hombre que disfrutaba a más no poder la canción “Volaré “ de Andrea Bocceli y que era conocido por su forma controversial de hacer periodismo. La muerte de Aníbal Barrow ha dejado un ambiente de incertidumbre y dolor entre el gremio periodístico, que no encuentra palabras para describir lo que sienten.
Su rapto ocurrió el 24 de junio a inmediaciones del Estadio Olímpico Metropolitano en San Pedro Sula y su cadáver desmembrado fue encontrado 16 días después
en un sector de Villanueva.
La información proporcionada por los peritos forenses establece que Barrow fue fue asesinado media hora después del rapto.
Las autoridades han señalado la participación de al menos ocho personas, cuatro de ellas siguen prófugas
y han pedido la participación de la ciudadanía para su detención.
El crimen de Aníbal Barrow no es un caso aislado, sino que se trata de un asesinato que fue planificado, dijo el criminólogo Denis Castro Bobadilla.
