Unos 1,200 privados de libertad albergará el centro pedagógico para adolescentes infractores que se construye en Jalteva, a unos 60 kilómetros de Tegucigalpa.
El centro, que según las autoridades, será un ejemplo para la región centroamericana, contará con estrictos controles de seguridad, requerimientos y normativas estipuladas en los tratados internacionales que el gobierno hondureño ha suscrito.
Tendrá tres etapas, cada uno con sectores independientes, con un sistema de cámaras, seguridad las 24 horas, circuito cerrado, un sistema contra incendios, planta de electricidad, y contará además con aulas, talleres, área de lavandería, cómputo, enfermería y áreas recreativas.
Leonel Ayala, secretario de Gobernación, Justicia y Descentralización, adelantó durante un recorrido por la obra que estará culminada dentro de diez meses.
“Se va a clasificar a los adolescentes con máxima y media atención, se les dará una educación gratuita para que en un periodo de tres a cinco años puedan reinsertarse a la sociedad”, dijo Ramón Padilla, director del proyecto.
Las obras se erigen en un área de 900 manzanas, tienen un costo de 150 millones de lempiras y se encuentra en construcción de su primera etapa, que albergará a los privados de libertad que se encuentran en el Centro Renaciendo y en el Escuadrón de Cobras.
