La Ceiba, Honduras
La procesión con las dramatizaciones inició desde la parroquia laNatividad, recorrió parte de la calle 8, para luego tomar el bulevar del Paseo de los Ceibeños. Pasó por el barrio Inglés, después por la avenida San Isidro y luego llegó a la catedral San Isidro, en donde se ofició la Santa Eucaristía.
Durante el recorrido se hizo una parada en cada una de las estaciones. “Con la sepultura de Jesús y el corazón de su madre, nace la esperanza y la resurrección. En todas las situaciones humanas, que se asemejen al paso que hoy contemplamos, la fe y la resurrección es el consuelo más firme y profundo que podemos tener. Cristo se ha convertido en un lugar de transición, la muerte y el sepulcro y cuanto simboliza. Jesús no ha fracasado, su vida no culmina en el sepulcro, sino que ha querido solidarizarse, tanto con nosotros, compartiendo todo el dolor, la solidaridad, la muerte y la sepultura que todo ser humano aceptó plenamente la voluntad del padre ofreciéndose así mismo como víctima de la cruz”, dijo monseñor Leniham.
Con mucho fervor religioso, miles de católicos de la Diócesis de La Ceiba participaron ayer en el viacrucis, en el cual los integrantes de la pastoral juvenil, recrearon la pasión y muerte de Jesús, en el marco de la Semana Santa.
| El viacrucis
inició a las 6:00 am y recorrió un poco más de dos kilómetros hasta llegar a la catedral San Isidro.
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El Santo Viacrucis fue encabezado por el obispo de la diócesis de La Ceiba, Miguel Leniham y los sacerdotes de las parroquias San Isidro y Natividad, delegados de la palabra y pastoral juvenil, entre otros grupos católicos.
 Los miembros de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de La Ceiba se prepararon intensamente durante varios días para representar la pasión y muerte de Jesús, en su recorrido hasta el Calvario.
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El viacrucis finalizó en la catedral San Isidro, adonde se ubicaba la 14 y última estación, en donde los muchachos de la pastoral juvenil, colocaron la imagen de Jesús en el Santo Sepulcro.
Alfombras
Por la tarde, se desarrolló el Santo Entierro, en donde los católicos se hicieron presentes a la avenida San Isidro, la cual lucía tapizada por las alfombras hechas de aserrín por donde pasó la procesión que recreó el calvario de Jesús. La imagen del Nazareno fue cargada en andas por parte de los Caballeros de Suyapa.
El viacrucis
