El Progreso, Honduras.
“No vamos a permitir que nos traigan gente de otras ciudades, eso nos ocasionará un enorme problema social”, dijo Nelson Martínez, directivo del patronato de la comunidad de Las Minas, de este municipio.
La reacción del dirigente se deriva luego del anuncio de las autoridades de Convivienda que para los primeros días de octubre de este año reasentarán a más de 200 familias del bordo Río Blanco, de San Pedro Sula, a un predio en esa referida aldea ubicada a seis kilómetros al sur de El Progreso, por la carretera que conduce a Santa Rita.
El dirigente expresó que “si bien es cierto que esos pobladores tienen necesidad a una vivienda”, en diferentes sectores de la Perla del Ulúa hay más de 1,000 familias que viven en peores condiciones y esa ayuda que están anunciando para los de Río Blanco deberían dársela a los progreseños.
“Si se piensa ayudar a los sampedranos, pues que lo hagan con los ribereños, en este mismo sector de Las Minas, el Gobierno por medio de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (Oabi) puede ubicar a nuestros vecinos en esos predios”, añadió.
Pero no solo los dirigentes comunales están en contra de la disposición, sino que la Corporación Municipal de El Progreso hizo un pronunciamiento público, donde rechaza las pretensiones de Convivienda.
El alcalde Alexander López dijo que con la acción se está violando la autonomía de la comuna, considerando que antes de tomar una decisión de ese tipo se debe contar con la venia de los ediles.
“Esperamos que nuestras autoridades recapaciten y no afecten a los habitantes del sector sur y resto del municipio, que poco a poco hemos ido bajando la incidencia en inseguridad”, agregó. En el caso de los residentes de Río Blanco, el traslado a Las Minas no es alegría, más bien es una preocupación, pues temen que en la zona no haya oportunidad de trabajo.
“No vamos a permitir que nos traigan gente de otras ciudades, eso nos ocasionará un enorme problema social”, dijo Nelson Martínez, directivo del patronato de la comunidad de Las Minas, de este municipio.
La reacción del dirigente se deriva luego del anuncio de las autoridades de Convivienda que para los primeros días de octubre de este año reasentarán a más de 200 familias del bordo Río Blanco, de San Pedro Sula, a un predio en esa referida aldea ubicada a seis kilómetros al sur de El Progreso, por la carretera que conduce a Santa Rita.
El dirigente expresó que “si bien es cierto que esos pobladores tienen necesidad a una vivienda”, en diferentes sectores de la Perla del Ulúa hay más de 1,000 familias que viven en peores condiciones y esa ayuda que están anunciando para los de Río Blanco deberían dársela a los progreseños.
“Si se piensa ayudar a los sampedranos, pues que lo hagan con los ribereños, en este mismo sector de Las Minas, el Gobierno por medio de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (Oabi) puede ubicar a nuestros vecinos en esos predios”, añadió.
Pero no solo los dirigentes comunales están en contra de la disposición, sino que la Corporación Municipal de El Progreso hizo un pronunciamiento público, donde rechaza las pretensiones de Convivienda.
El alcalde Alexander López dijo que con la acción se está violando la autonomía de la comuna, considerando que antes de tomar una decisión de ese tipo se debe contar con la venia de los ediles.
“Esperamos que nuestras autoridades recapaciten y no afecten a los habitantes del sector sur y resto del municipio, que poco a poco hemos ido bajando la incidencia en inseguridad”, agregó. En el caso de los residentes de Río Blanco, el traslado a Las Minas no es alegría, más bien es una preocupación, pues temen que en la zona no haya oportunidad de trabajo.
