El pasado 27 de febrero la vida de Britany Esteysi Zelaya Lainez, de 10 meses de nacida, cambió para siempre.
La casa donde vivía con su familia, en el Pilingüin, Francisco Morazán fue consumida por el fuego. Su madre estaba fuera de la vivienda comprándole pañales sin imaginarse que al regresar encontraría a su hija con el 60% de su cuerpo quemado.
El plástico con que cubrían las paredes se derritió y le cayó encima.
Aunque las probabilidades de vida eran escasas, las esperanzas se mantienen intactas para la menor, 25 días después del incidente. Este día será trasladada a un hospital de Boston, EEUU para recibir un tratamiento especializado.
Esto informó el Centro Hondureño de Niños Quemados (Ceniq), hospital encargado de darle la asistencia médica a la niña con la gestión de la Fundación de Niños Quemados (Fundaniquem).
Julio Miralda, pediatra del Ceniq, informó que en Estados Unidos recibirá tratamiendo más especializado como injertos de piel y reconstrucción facial.
Evelyn Zelaya, madre de la menor, se mostró agradecida por la gestión realizada por las autoridades y aseguró que mantiene vivas las esperanzas de una 'recuperación completa' de su hija.
Un equipo especializado del hospital de Boston arribará a Honduras y trasladarán a la menor hasta dicho lugar.
