El Banco Mundial (BM) actualizó este miércoles sus previsiones de crecimiento para América Latina y el Caribe y redujo siete décimas la cifra con respecto a las estimaciones previas de enero, hasta el 1,6%, debido principalmente a la situación económica de Argentina.
“No se trata de una degradación de toda la región, sino que los valores de Argentina han sido degradados sustancialmente y representa el 10% de la zona”, explicó en una entrevista el responsable para América Latina del banco de desarrollo, William Maloney.
Si no se tuviera en cuenta el dato del país sudamericano, la región crecería este año un 2,2%, solo una décima menos de lo proyectado en enero.
Y es que, estima el BM, Argentina decrecerá este año el 2,8 % (en enero se proyectaba un crecimiento del 2,7%) por “el ajuste fiscal necesario para reducir la inflación” que está llevando a cabo el Gobierno de Javier Milei, recordó Maloney.
Para 2025, el Fondo estima que el país crecerá el 5% y un 4,5% en 2026. Con Argentina incluida, la región crecerá el 1,6% este 2024. Para 2025 se estima un crecimiento del 2,7% (dos décimas más que lo proyectado en enero) y para 2026 del 2,6%.
Por países, entre las principales economías, Brasil crecerá el 1,7% este año y un 2,2% el que viene (frente al 1,5% y 2,2% proyectado en enero), mientas que México lo hará a un ritmo del 2,3% en 2024 y del 2,1% en 2025 (frente al 2,6% y 2,1% estimado antes).
Chile tendrá este año un crecimiento del 2% y del 2,2% el año que viene; Colombia del 1,3% y 3,2%; Costa Rica del 3,9% y 3,7%; Ecuador del 0,7% y del 1,7%; Perú del 2,7% y 2,4%; Uruguay del 3,2% y 2,6%; Panamá del 2,5% y 3,5%.
Por su parte, República Dominicana crecerá el 5,1% en 2024 y 5% en 2025; Guatemala el 3% y 3,5%; Nicaragua el 3,7% y 3,5%; El Salvador 2,5% en ambos años; Honduras el 3,4% y 3,3%; Paraguay el 3,8% y 3,6%.
Salvo excepciones, señala Maloney, en general “ha habido una rebaja de los pronósticos en todo el mundo” y también en la región.
Primero, porque las tasas de interés se mantienen altas en los países avanzados. También porque “el crecimiento chino no se ha recuperado tan rápido” como se pensaba y porque “los precios de las materias primas siguen bajos”.