Aproximadamente 1,500 campesinos que la madrugada del lunes pasado tomaron por la fuerza el control de tres mil manzanas de tierra usada para la siembra de caña fueron desalojados por la paz.
Bastó la presencia de un despliegue de elementos de seguridad, conformado por unos 450 policías y 150 militares, para que los campesinos se retiraran de los terrenos en Coowle, San Manuel, Cortés.
Los elementos de seguridad actuaron por orden del juzgado, en el que los miembros de la Fiscalía de San Pedro Sula interpusieron la denuncia por los delitos de usurpación, daños a la propiedad y delito contra la economía hecha por los apoderados legales de las empresas afectadas contra las personas que durante casi cuatro días no permitieron trabajar en las cañeras.
No hubo enfrentamientos entre las autoridades de seguridad y los campesinos, pues los labriegos salieron de los terrenos hacia un campamento que está a unos 100 metros de las tierras privadas, que, según los invasores, es propiedad municipal.
En el operativo de desalojo fueron detenidas 119 personas por invadir las tierras, propiedad de Inversan (Inversiones San Manuel) y Compañía Azucarera Hondureña. Los detenidos, entre los que se encontraban dos menores de edad, fueron trasladados a la estación policial en el barrio La Guardia, donde les tomaron los datos y les comenzaron un proceso de investigación.
El subcomisionado Osman Díaz, jefe de la Oficina Departamental de Policía número cinco, habló sobre el exitoso operativo. “Recibimos la orden de desalojo del Juzgado de Letras y preparamos la orden de operaciones desplegando a más de 500 hombres en el sector en cinco puntos que tenían tomados los campesinos: Guadalupe, Coowle, El Palón, El Porvenir y Campín”.
Poseen armas de fuego
Díaz dio a conocer los resultados del desalojo de la mañana de ayer.
“Detuvimos a 119 personas durante las acciones de desalojo, que serán remitidas por la Dirección Nacional de Investigación Criminal a la Fiscalía y ellos harán lo que corresponde”. El subcomisionado afirmó que quieren resolver el conflicto por el diálogo y que con esfuerzos coordinados tratarán de que no haya más invasiones.
“Para tratar de que esta gente no vuelva a invadir los terrenos seguramente se les van a poner medidas en la Fiscalía y una de esas medidas es que no regresen a esas tierras, pero si lo hacen, incurrirán en el delito de desobediencia”. El representante policial reveló que, aunque los campesinos dicen que solo tienen machetes y palos, esto no es verdad. “Tenemos conocimiento de que estos grupos de campesinos poseen armas de fuego, pero no se ha decomisado ninguna”.
Uno de los invasores, que pertenece al movimiento campesino 3 de Octubre y prefirió no identificarse, dijo que solo quieren un lugar donde trabajar. “Solo queremos un terreno donde podamos sembrar. Somos hondureños también y tenemos derecho, pero el Gobierno no nos ayuda”.
