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Enfermedades acechan a damnificados del sur

  • 24 octubre 2011 /

Los albergues de Honduras no bastan para miles de personas en problemas por diez días de intensas lluvias y el acecho de las enfermedades, como en Marcovia.

Los albergues de Honduras no bastan para miles de personas en problemas por diez días de intensas lluvias y el acecho de las enfermedades, como en Marcovia, una comunidad situada 130 km al sur de la capital.

Las enfermedades respitorias y otras afecciones han comenzado a hacer estragos en la población damnificada por las precipitaciones que alcanzaron a diez de los 18 departamentos del país entre el 10 y el 20 de octubre y causaron la muerte de al menos 29 personas.

Josefa Martina, 63, que perdió su casa en las inundaciones y debió marcharse a un albergue, fue atendida ayer en una clínica en la escuela Felipe Zelaya, en Marcovia, departamento de Choluteca, el más dañado por las lluvias, donde se hizo tratar de fuertes dolores en el estómago.

La crecida del río Choluteca “me llevó la casa”, narró Martina. Ella tuvo que huir con su esposo de la embestida de la corriente y se refugiaron en un ingenio azucarero, de donde fueron rescatados y trasladados a la escuela que sirve como albergue para unas 375 personas.

De los 58,000 hondureños perjudicados por las lluvias, unos 6,600 han sido llevados a albergues.

“Se me cayó la casa, se rajaron las paredes”, describió Aleyda Pineda, 50, que se acomodó frente a su vivienda destruida en una tienda de campaña que hace años le donó la Cruz Roja. La mujer, que padece afecciones en los pies, vive con su hijo de 24 años, un obrero que se gana la vida con un trabajo temporal en el corte de caña de azúcar.

El capitán de navío Ivis Moreno, un paramédico militar que atendía en la clínica, señaló que muchos afectados por las lluvias tienen síntomas de enfermedades respiratorias, especialmente niños, o dermatológicas, causadas por la humedad.

El presidente Porfirio Lobo visitó ayer las zonas más dañadas del departamento de Choluteca, adonde el viernes había enviado la “Caravana de la solidaridad”, integrada por cincuenta camiones cargados con alimentos, ropa y medicinas.

“Andamos en un convoy con personal de las fuerzas Aérea y Naval y Ejército y la asociación de esposas de oficiales donando alimentos, ropa y medicamentos”, le dijo a la AFP el general de división René Osorio, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.

A la entrega se unió el ministro de la Secretaría de Obras Públicas, Transporte y Vivienda, Soptravi, Miguel Pastor.

Con raciones familiares de alimentos de la canasta básica, colchonetas, ropa de cama y de vestir, zapatos y medicamentos se suplieron las necesidades de familias damnificadas en las comunidades de Tapaire, Los Querques, Nuevo Colorado, Divisadero, Las Praderas, Pillado, Cerco de Piedra y Las Cabezas.

Durante dos días, el personal de Soptravi trabajó en la recolección de alimentos y artículos personales para formar parte de la campaña de solidaridad que organizó el Gobierno de la República.

Regresan a sus casas

Después de permanecer albergadas doce días, las familias que estaban en los 21 albergues comenzaron a regresar a sus viviendas.

A las personas afectadas por las fuertes precipitaciones en la zona sur que regresan a sus hogares les continuarán entregando raciones alimenticias.

El alcalde Quintín Soriano dijo que, del total de familias albergadas, cinco fueron trasladadas al Comité de Emergencia Municipal, Codem, “no tienen donde ir, ya que perdieron sus viviendas”.

El jefe edilicio manifestó que las cinco familias quedaron sin hogar debido a que el caudaloso río Choluteca se llevó las viviendas construidas en la orilla del cauce, por lo que les construirán una nueva casa a cada familia.

Ya han ubicado los predios municipales donde construirán las viviendas. Se estima que será en el sector conocido como Limón de la Cerca.

“Las viviendas se comienzan a construir este día en los predios identificados y estarán listas dentro de aproximadamente 20 días”, expresó Soriano. Según los cálculos, el costo de cada edificación es de 50,000 lempiras.

Solidaridad

Las ayudas han llegado a las personas perjudicadas por las fuertes lluvias.La solidaridad se ha manifestado entre los vecinos de Choluteca y de diferentes partes del país.

En Tegucigalpa, Catacamas y Siguatepeque se recolectaron víveres y ropa para los damnificados de los departamentos de Choluteca y Valle.

Los miembros de la Corporación Municipal de Catacamas llevaron 12 sacos de zapatos, 82 sacos de ropa, 57 sacos de maíz y 12 quintales de frijoles. Además de eso, juguetes y colchonetas.

El Gobierno de Japón, por medio de su embajador acreditado ante el pueblo y Gobierno de Honduras, entregó una importante cantidad de colchonetas, frazadas y botes que servirán para almacenar agua.