Durante más de 25 años, el padre Ademar Barilli ha trabajado con los migrantes
y durante los últimos 15 ha dado especial ayuda a los hondureños que pasan por la Casa del Migrante de Tecún Umán y ahora hace un nuevo llamado a que los gobiernos se integren para frenar el éxodo poblacional, que cada año crece. Desde el 1 de junio, Barilli se encargará de la Casa del Migrante en Ciudad Guatemala.
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-¿Qué cambios ha habido en la migración en estos 15 años?
Era un poco más segura antes porque no había tanta violencia. En el caso de Honduras, el flujo migratorio no ha cambiado mucho, pero después de (los huracanes) Mitch, George y Stan se ha incrementado. Los hondureños siguen en el primer lugar por la cantidad de viajeros.
-¿Cuántos migrantes hondureños atendieron en 2012?
Atendimos 1,978 en 2012 y el número va igual en 2013. Vamos atendiendo a más de 80,000 inmigrantes hondureños en la casa desde 1996.
-¿Se ha empeorado la problemática contra los migrantes?
Sigue empeorando por toda la situación de los Zetas y las demás organizaciones criminales clandestinas que secuestran migrantes. Esto es un cáncer y miles no se atreven a hablar porque el migrante siempre tiene el concepto de que afuera de su país no tiene derechos.
-¿Están infiltradas las autoridades?
Sabemos que están infiltradas, así de fácil, y la gente que quiere llegar tiene que hacer negocio para evitar todo. No va a haber cambios mientras los gobiernos no tengan voluntad y tomen una acción conjunta.
-¿La reforma migratoria en EUA frenará el flujo?
Por más que se haya hablado de una reforma migratoria, las deportaciones van en aumento y los problemas son cada vez peores.
-¿Qué opina de la agenda de los gobiernos centroamericanos?
Los gobiernos centroamericanos se han olvidado de la violencia y el desempleo y a la gente ya no le importa perder la vida con tal de sobrevivir. No ha habido una mejora real porque el número de migrantes aumenta.
-¿Ha disminuido el paso de migrantes por Tecún Umán?
Sí, ha disminuido, pero sigue siendo grande el número. El hecho que por acá haya más población hace que haya más “protección”. Nosotros recomendamos que vayan por donde hay gente. Los lugares solos para cruzar el río Suchiate hacen que sean presa fácil de los maleantes que los están esperando. En la barda del lado de Ciudad Hidalgo usted va a ver a quienes se instalan a esperarlos.
-¿Qué opina de que los migrantes estén usando otros pasos?
El hecho de que después del huracán Stan se hayan abierto todas las fronteras de Guatemala con México ha causado mayor vulnerabilidad para los migrantes. Hay muchos lugares solos como La Mesilla y Gracias a Dios, que es por donde van muchos hondureños, o por Petén y El Naranjo-¿Ha habido oposición a la Casa del Migrante?
Sí, porque hacemos conciencia de la violencia. Por supuesto que la casa es una espina, pero hay mucha relación internacional. Yo pienso que el trabajo nuestro molesta pero no nos interesa porque lo que nos interesa es prevenir a los inmigrantes.
-¿Cuál es la solución al tema migratorio?
La cuestión es abrir las fronteras, no cerrarlas. Se habla de globalización, entonces hay que darles más oportunidades a los migrantes.
Datos
La Casa del Migrante en Tecún Umán está cerca del río Suchiate, por el cual los migrantes se internan a México en ruta hacia Tapachula. En el albergue, que cierra a las 6:00 pm, pueden descansar y comer.
Claves
1 En los caminos de la Casa del Migrante hacia el río Suchiate hay presencia de bandas delictivas.
2 Llama la atención que se ha incrementado el paso de gente de Yoro y El Progreso en la ruta hacia México.
3 Los viajeros tienen entre 20 y 35 años. El 30% terminó el bachillerato. Un 50% dice ya no tener recursos.
Guatemala, zona difícil
El padre Humberto Barrios es el encargado de la Casa del Migrante de Ciudad Guatemala y reconoce un incremento en la corrupción de las autoridades de ese país en contra de los migrantes.
“Albergamos cada año a cerca de 3,000 migrantes, el 30% hondureños.
La cantidad se ha reducido tras el huracán Stan, que dañó las vías del ferrocarril en Chiapas y ya no permitió a los migrantes hondureños seguir usando la ruta.
Empezaron a usar la ruta de El Naranjo, Petén y El Ceibo, que era aparentemente más segura y fácil, pero desde la frontera de Honduras y Guatemala ya encuentran dificultades con las autoridades chapinas, ya que la Policía Nacional Civil tiene ojo para poder detectar a los migrantes hondureños, los dejan pasar de la aduana, pero más adelante los detienen, los extorsionan para dejarlos seguir o lo que es el colmo, les cobran por llevarlos al poblado siguiente”.
