25/04/2024
11:47 AM

En San Pedro Sula hallan las puertas del éxito y el progreso

Miles de personas llegaron desde otras zonas de Honduras e incluso de otros países para quedarse en la Capital Industrial.

San Pedro Sula aparece en el horizonte de los hondureños como un jardín de oportunidades, no solo económicas sino también de educación, salud y vivienda, entre otros.

Son miles los que han dejado atrás sus municipios de origen o incluso sus países para emigrar a la Capital Industrial y de esta manera darle un giro radical a sus vidas.

Según datos de los Mapas de Migrantes del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) es Cortés el departamento hacia el que más migración interna hay en el país. Medio millón de personas, o sea unas 500,178 personas dejaron atrás sus lugares de origen para llegar a esta zona. La mayoría de ellos hacia San Pedro Sula.

Esta cifra supera por mucho a la cantidad de gente que llegó por migración interna a Francisco Morazán, que es el segundo departamento con la cantidad más alta, pues han llegado por emigración 274,204 personas.

Santa Bárbara es el departamento del que más han emigrado hacia Cortés con un total de 108,290 personas, seguido de Yoro con 60,871, Copán con 48,250, Francisco Morazán con 41,404, Atlántida con 38,126 y Comayagua con 36,963, según el informe del INE.

Además, según las estadísticas de la Oficina de Migración y Extranjería a nivel nacional el departamento de Cortés es el segundo en el que reside la mayor cantidad de extranjeros en el país con 7,468, superado solo por Francisco Morazán, adonde viven 16,646. Esto significa que de 31,143 extranjeros que residen en Honduras el 24% están en Cortés, la mayoría de ese porcentaje en San Pedro Sula.

Ciudad de bondades

El asesor financiero José Manuel Hernández Mejía, quien tiene un postgrado en Finanzas y un doctorado en administración de empresas, habló sobre las bondades que ofrece San Pedro Sula, las cuales provocan que exista una migración hacia esta ciudad.

“Esta ciudad es muy atractiva por varios factores, por ejemplo el tener un puerto cercano, estar en un punto estratégico en la red de carreteras de Honduras, esta zona es en la que gran parte del Producto Interno Bruto del país y la mayoría de inversión extranjera decide venir aquí”.

Hernández, quien precisamente es hijo de padres mexicanos que lo trajeron a la edad de 12 años a vivir a territorio sampedrano, asegura que la ciudad tiene mucho que ofrecer a quienes quieran invertir.

“Además de su posición estratégica en el país, San Pedro Sula tiene varios otros valores agregados. Es plano o semiplano y tiene acceso a un puerto, a un aeropuerto internacional, hay una infraestructura muy loable para atraer a los inversionistas”.

Mauricio Díaz, coordinador del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), institución que ha estudiado las migraciones internas en Honduras, explicó que no es solo por negocios que vienen a la Capital Industrial las personas de otras zonas del país o del extranjero.

“Además de las posibilidades de obtener empleo, ingresos, también la gente llega a la ciudad para buscar mejores ofertas de educación, capacitarse en algún área técnica. También a medida que San Pedro Sula ha ido creciendo económicamente las opciones de inversión se amplían y por eso varias empresas deciden instalarse en esta zona lo cual hace crecer más al sector privado”.
Llegan para quedarse

Sergio Juan García Palomo es de México, pero su trabajo lo llevó a vivir a San Pedro Sula, ciudad en la que está feliz.

“Mi profesión es como máster en chef, que es una licenciatura en cocina y estoy en San Pedro Sula trabajando en este proyecto del restaurante Salsa Mex. Esta es mi tercera ocasión en el país, antes trabajé en Tegucigalpa con comida mexicana entre 2001 y 2002 y ahora estoy, desde el 2010, con este negocio de ofrecer comida auténticamente mexicana en la ciudad sampedrana”.

García contó por qué eligieron San Pedro Sula para establecer su negocio: “Geográficamente San Pedro Sula es una ciudad accesible desde el aeropuerto, está cerca de las costas y tiene una ubicación envidiable. Definitivamente es un buen lugar para despegar en el país”.

Una ciudad con imán

Xavier Salgado, jefe regional de Migración y Extranjería, indicó que no tienen el dato exacto de personas del extranjero que viven en San Pedro Sula, pero afirmó que reciben muchas solicitudes en la oficina que dirige.

“Hay gente de bastantes nacionalidades que vienen a registrarse a esta oficina de San Pedro Sula para hacer el trámite de su residencia. Los países de los que más vienen son de El Salvador, Nicaragua, Estados Unidos y Guatemala”, manifestó Salgado, quien agregó que hay varios tipos de permisos especiales de permanencia o residencia. La que la mayoría de extranjeros utilizan es el de empleado de confianza, de inversionista, empresario, pensionado o aquellos que ya tienen familia en Honduras ya sea por vínculo matrimonial o por hijos. Los permisos especiales de permanencia se tramitan en Tegucigalpa y las residencias en la Secretaría del Interior y Población, también allá”, dijo.

El economista y analista Carlos Urbizo, indicó que San Pedro Sula es una ciudad a la que vienen miles de personas desde otras zonas del país porque muchos esperan encontrar una mayor cantidad de oportunidades.

“Aquí hay relativamente más oportunidades que en el campo, lugar en el que solo se pueden dedicar a la agricultura y hay demasiado minifundio, es decir un gran número de agricultores dedicándose a la misma actividad y el mercado es tan pequeño que no da lugar para tantas personas, así que ellos se ven obligados a salir de esa zona hacia ciudades como San Pedro Sula porque piensan que tendrán más oportunidades”.

“Deseamos ver prosperar al país y la economía”: Elibert Castellanos (Colombiano)

Elibert Castellanos Gómez es de Colombia y llegó a Honduras en 2007 y desde hace tres años reside en San Pedro Sula.

Castellanos dirige el restaurante La Tranquera en la ciudad. “Estoy casado con una hondureña y es una de mis razones para vivir en este país, me dieron a beber agua del río Piedras como dicen los sampedranos. He hecho varios trabajos en el país, estuve en una compañía camaronera y ahora llevo tres años al frente de este negocio que lo fundaron otros colombianos hace 14 años.Con este restaurante nos defendemos, nos va medianamente bien, pero no nos podemos quejar. Las recesiones afectan en todo el mundo”.

El colombiano manifestó que le encanta vivir en la Capital Industrial hondureña y que se ha sentido como en casa desde el primer día.

“San Pedro Sula es una ciudad muy bonita, los sampedranos son gente muy agradable, a mí siempre me han tratado supremamente bien aquí”.

Castellanos ha viajado por varios países del planeta.

“Viví en Europa muchos años, también en Sudamérica, y ahora he llegado acá y tenemos deseos de ver prosperar el país y la economía nacional. Soy un jovencito de 63 años, nací a mediados del siglo pasado y eso se escucha como que es muy lejos, pero al tener mi edad uno se da cuenta que eso no es nada, la vida es un soplo”.

“Primero amé una mujer, luego me enamoré del país”: Elías Fallas (Árabe-Palestino)

Elías Fallas es árabe-palestino y desde 1991 vive en territorio sampedrano, adonde se ha establecido y ahora tiene el negocio Toto’s Pizza y Pollo King.

“Trabajaba en los cuarteles generales de las Naciones Unidas en Medio Oriente, y me casé con una hondureña. Vine a San Pedro Sula para ver a mi hijo recién nacido y me quedé. Primero amé una mujer, luego me enamoré del país. Trabajamos y damos puestos de trabajo, porque todo mundo merece tener una oportunidad como la tuve yo”.

Fallas declaró que la ciudad le ha dado todo. “A mí me gustó esta ciudad desde que vine, además la gente es muy gentil, muy generosa, me recibieron con los brazos abiertos, así que yo me siento en deuda con este país, en especial con esta ciudad y trato de retribuir con lo que tengo, es mi misión”. Además dijo que ahora tiene un compromiso especial con Honduras.

“Ahora tengo la nacionalidad hondureña y por eso pienso en que tengo que influir positivamente para sacar nuestro país adelante”.

Fallas contó cómo fue que la vida lo hizo coincidir con su esposa. “Me enamoré a la primera vista de mi esposa en un aeropuerto. Luego nos casamos y por los conflictos en Medio Oriente ella regresó a Honduras estando embarazada. Después me vine a San Pedro Sula y me quedé”.