15/04/2024
12:48 AM

Construye sus sueños con el pincel de su talento

Kevin Mauricio Guevara está invitado a Canadá, donde expondrá sus pinturas.

“No se puede pintar con el corazón vacío, sin un cariño que te motive es difícil”, dice Mauricio Guevara. Y eso lo sabe bien porque a sus 25 años ya ha retratado muchas veces el amor.

Ha enamorado con pinturas, lleva esperanza con sus cuadros de arte religioso y es un estudiante de arquitectura que está por graduarse.

Desde los ocho años comenzó a darle pincelazos a la vida, dibujó sus sueños y le dio color a su futuro porque su mayor anhelo era convertirse en un reconocido pintor, que sus obras acapararan miradas y lo está logrando.

Kevin Mauricio Guevara es un joven copaneco, pero se siente más sampedrano porque desde los tres años de edad sus padres lo trajeron a esta ciudad que le abrió las puertas al aprendizaje.

Su talento es nato, pero gracias a una beca que obtuvo en el Centro Cultural Infantil (CCI) lo perfeccionó y ahora se codea con grandes de la pintura como Julio Visquerra, Orlando Roque y Andrés Pacheco.

Sus lienzos se pueden apreciar en la galería Honduras Fine Art Giclée. “Reconozco que tengo mucho que aprender de los grandes maestros de la pintura, pero sigo trabajando para encontrar mi propia voz y marca”.

Una oportunidad

Su arte ya traspasó las fronteras porque en 2005 participó en la exposición Rostros de un sueño, invitado por la organización One life at the time en la ciudad de Mesa, Arizona, Estados Unidos.

“Entre agosto y septiembre estoy por viajar a Canadá, me invitaron de la embajada, entiendo que son 10 artistas los que van cada año”, comentó mientras terminaba uno de sus cuadros.

Le fascina humanizar las pinturas con su técnica de rostros, el más retratado ha sido la imagen de Jesucristo, son sus predilectas porque asegura que llevan un mensaje de paz y esperanza.

“Una persona de Islas de la Bahía me pidió que le pintara una cara de Jesús que él veía en sus sueños, se lo hice y le gustó, a los pocos meses estaba sufriendo de los riñones y necesitaba un trasplante, se lo harán en unos meses, pero él se siente bendecido y dice que con el cuadro se siente más cerca de Dios”. Una particularidad de sus pinturas es el azul.

Dice que este color trae armonía, tranquilidad y relajación. “En mis cuadros trato de utilizarlo cada vez que puedo”. Admirador de Pablo Picasso y Greg Olsen, quien se inspira en el arte religioso, estos exponentes han motivado a Kevin Mauricio a lograr lo que se propone.

Aunque a primera vista su fisonomía denota seriedad, Mauricio Guevara como todo joven, se entretiene escuchando música, yendo al cine, a la playa y hasta cocinando cuando le toca prepararle platillos a sus hermanos menores Remys y Rocío.

El talento en la sangre

Mauricio es el mayor de cinco hermanos y está por graduarse de arquitecto. Los Guevara son jóvenes con habilidades y metas en la vida.

En su casa el arte les fluye por las venas, mientras Mauricio combina los colores en un lienzo, su hermano Walter baila y practica sus escenas.

Al otro extremo su hermana Doris Jazmin toca las notas de Mozart o Beethoven. “Aquí todos estamos con una cosa u otra y decidimos unir nuestros aprendizajes para poner la escuela de C-Arte, queremos enseñar a los demás lo que sabemos”, dice.

En sus inicios se firmaba como Kevin Guevara, pero como todo artista debe tener su nombre, le aconsejaron cambiarlo por Mauricio, porque el primero era “muy infantil”.

“Tengo la fortuna de que me está apoyando don Julio Visquerra, lo conocí en un concurso de Facebook que él hizo, participé y gané. Luego nos conocimos, vio mis pinturas y ahora se ha convertido en un mentor para mí”.

En los próximos meses realizará una gira por las principales ciudades de Honduras para mostrar su arte, ya lo hizo en San Pedro Sula y La Ceiba. “La pintura es una pasión que llevo dentro, que me motiva a salir adelante cada día y con la cual pienso envejecer”.