La devaluación controlada que realiza el Gobierno desde julio de 2011, cuando reactivó el sistema de banda cambiaria, ha impactado en la reducción del poder adquisitivo de la mayoría de los hondureños, lo que se refleja, entre otras cosas, a la hora de comprar los alimentos de consumo diario.
Los hondureños coinciden en que, cada mes que pasa, “el dinero ajusta menos en el súper y el mercado”, lo que demuestra la pérdida en el poder adquisitivo de las personas.
Los productos que más impacto en sus precios han tenido son aquellos que no se producen en el país, entre los que se cuentan aceites, lácteos, jugos y empacados, entre otros.
“La devaluación está contribuyendo en dos puntos porcentuales sobre los alimentos”, expresó Roldán Duarte, presidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), quien explicó que las devaluaciones generalmente se traducen en impacto a la inflación, que en el país cerró en 2012 en 5.4%. El economista afirma que por lo menos, una cuarta parte de la devaluación que ocurre en un país, se traslada a los alimentos.
El Banco Central de Honduras (BCH) mantuvo fijo el tipo de cambio desde octubre de 2005 a julio de 2011 (en 18.90 lempiras por dólar para la compra y 19.02 lempiras por dólar para la venta).
Pero en julio de 2011, el Gobierno reactivó el sistema de banda cambiaria vigente y desde esa fecha hasta hoy, el precio de venta del dólar registra la histórica de 20.39 lempiras, mientras que el precio de compra es 20.25 lempiras.
Impacto sobre alimentos
Walterio Guardiola, presidente de la Asociación para la Protección del Consumidor y el Usuario (Adecu), recordó que al menos el 70% de los alimentos que se consumen en el país son importados. Teniendo en cuenta este porcentaje, “el incremento de los dólares se convierte en un factor de incremento de los precios, recordemos que para comprar afuera no nos aceptan los devaluados, sino que tiene que ser en dólares”.
Guardiola estimó que solamente por el efecto cambiario, el impacto a la canasta básica y a todos los productos en general es de un 6 a un 8%.
Para el caso en los jabones, champús o cereales, el efecto de la devaluación es trasladado en su totalidad, ya que estos productos son importados, por lo tanto, son comprados en dólares.
“La devaluación se traslada totalmente a los productos importados, no importa cuál sea el producto con tal sea importado, por eso la devaluación afecta todo”, explicó Guardiola.
El otro 30% tampoco se escapa de este efecto, pues las materias primas también acarrean este factor al incrementar los costos de producción de productos como concentrados y fertilizantes.
Incluso en el precio de las tortillas y los frijoles hay un porcentaje de esta devaluación por el alza que esta representa en productos como fertilizantes, abonos y todos los insumos empleados en la producción de granos básicos.
Además de productos como el maíz, los frijoles y el arroz, el golpe repercute en alimentos como carne de pollo, cerdo, res y pescado.
En estos casos, señaló Duarte, “la devaluación entra de manera indirecta vía inflación, o sea por el lado de los costos de algunos productos utilizados para producirlo, como el fertilizante usado en el cultivo de maíz”.
Materias primas, afectadas
Algunos de los productos que se ven afectados sensiblemente y que impactan en los artículos terminados son los insumos para la elaboración de alimentos balanceados.
La devaluación del lempira “siempre tiene un impacto negativo en la adquisición de bienes importados, incluyendo las materias primas para la elaboración de los alimentos balanceados para animales”, expresó Ángel Salazar, director comercial de Aliansa.
El impacto del deslizamiento de la moneda es directamente proporcional a los costos de producción en la misma cantidad en que se usan granos importados en los alimentos, indicó al destacar que la industria de alimentos balanceados se mantiene de forma constante buscando eficiencias en sus procesos para poder palear este impacto a través de mejores prácticas que optimicen el uso de recursos.
En ese sentido, dado el efecto de altos precios de las materias primas es a nivel internacional, el reto para Honduras es sustituir estas importaciones de grano con producción nacional principalmente de maíz amarillo.
“Tenemos los recursos naturales como país y también la demanda de la producción por parte de la industria, sin embargo son necesarios otros factores como mecanismos financieros que incentiven al sector productivo”, señaló Salazar.
Huevos reportan alza
La escalada de precios en algunos productos alimenticios no se ha hecho esperar.
Justificado en el alza en los insumos de producción, de la energía o en la especulación generada por el anuncio del gravamen del 12% a la canasta básica, alimentos como los huevos han reportado un incremento de hasta cuatro lempiras por cartón en ciudades como Tegucigalpa.
“Los proveedores justificaron este nuevo ajuste ante el aumento al precio de la energía eléctrica, combustibles y a los alimentos concentrados. La caja de huevos de 12 cartones pasó a costar 960 lempiras, para un alza de 40 lempiras”, expresó Julián Banegas, presidente de la capitalina Feria del Agricultor.
Banegas denunció además que mucho de este producto está siendo comprado por comerciantes guatemaltecos, quienes lo están enviando a México, donde hay escasez debido a una alerta de gripe aviar.
