'No quiero terminar como Landaverde o el ‘Fiscal de Oro’”: Julissa Villanueva

Tegucigalpa, Honduras.

Una alerta de los organismos de inteligencia ha cambiado la vida de la directora de Medicina Forense, Julissa Villanueva.

Las entidades de investigación han documentado que las amenazas contra ella y su personal son reales y fundadas. Aunque no refiere el caso concreto que originan las amenazas, ella asegura que obedecen a alguien que quiere hacerles daño y busca obstaculizar el trabajo de investigación forense.

Desde que llegaron mensajes indirectos alrededor de casos que se llevan. Eso fue desde hace dos, tres semanas, pero nada grave. Esto se volvió más intenso, hasta llegar a la intervención directa, y esas influencias directas son las que nos preocuparon.

Amenazaron nuestra integridad física, con matarnos. No puedo revelar cómo nos llegó el mensaje porque pondría en peligro a las personas, pero fue directa, clara y confirmada. Cuando pusimos en conocimiento a las autoridades competentes, ellos nos dijeron ‘está en punto rojo’ y me dijeron que me debía cuidar. Estamos sintiendo un acecho. Nos han querido atemorizar aún después que se ha hecho la denuncia abierta ante el Conadeh. Yo solo pido que solo me pongan cuatro personas y esto se termina allí. Pido que se haga un trabajo y se descubra de qué se trata. No quiero ser un (Alfredo) Landaverde, ni un Fiscal de Oro (Orlan Chávez), ambos asesinados. Los expertos han encontrado elementos objetivos que lo que hablamos es cierto y solo nos queda tener precaución.

Cambia totalmente. Siempre he tenido claro el rol de mi trabajo. Soy incapaz de faltar a la verdad y honradez. Debo continuar esa línea recta y no debo temer, pero no es lo mismo decirlo que sentirlo, y al experimentarlo, uno se preocupa.

He dejado todo en manos de Dios, pero si siento que esto va a continuar y la situación no da los frutos que debe tener, analizaría mis pasos a seguir. Todos tenemos un punto vulnerable y la seguridad es una prioridad.

No quiero hablar de casos particulares, pero sí le aseguro que viene del trabajo, y no es otra cosa. Esto es laboral y está afectando a otras personas. La luz de la verdad afecta, ya que cada vez que se involucran más personas y más expertos empiezan a dar sus opiniones, comenzamos a desvendar la oscuridad de lo que quieren ocultar. Se vuelve muy difícil la situación y no estamos para eso. Solo queremos que las voces silenciadas hablen, que los fallecidos desde las planchas de las salas de autopsia hablen y nos expresen a los que tenemos las competencias, interpretar sus últimos gritos. La verdad no se mata, se evidencia. Plasmamos en los dictámenes esa verdad y hasta allí llegamos. Ahora, a otros les toca la investigación.

No le aseguro que por ese caso sean las amenazas, pero la muerte de mujeres afectó a una de nuestras funcionarias. Siempre hemos pretendido hacer el mejor trabajo, plasmando con objetividad los resultados encontrados. Nunca hemos buscado confrontarnos entre direcciones, nunca hemos pretendido generar en otras direcciones molestias, solo recomendamos.

No tenemos injerencias en las actividades de otras direcciones. Se han hecho recomendaciones objetivas en el caso de la joven fallecida que van encaminadas a que se resuelva. Dijimos que es recomendable que en aras de la objetividad el caso debía turnarse a otra agencia, ya que hay intereses creados. Si la Atic no tenía la mejor experiencia porque nunca habían procesado una escena en el interior del país, no era correcto que se estrenaran en el caso de una compañera. Si eso ha afectado, si las recomendaciones nuestras fueron tomadas negativamente, no es nuestra intención, solo se busca la objetividad.

Pareciera que la institución se durmió porque están de vacaciones.

El apoyo es externo, sobre todo de las instituciones y colegas internacionales, así como grupos de profesionales en el país que me acuerpan. Además, me alegra mucho que las fuerzas del orden y de investigación en la Policía estén preocupadas, y eso lo agradezco. Estoy esperando indicaciones del Fiscal General, hasta ahora no hemos tenido comunicación.

Por lo pronto, los expertos nos recomendaron que hiciéramos la denuncia pública, pero no quiero ser mártir ni hacer escándalo.