San Pedro Sula, Honduras.
Ante el creciente flagelo de la delincuencia común y organizada, la Cámara de Comercio Hondureño Americana (AmCham) realiza la primera convención regional de seguridad “Prevención Científica de la Extorsión Empresarial” en San Pedro Sula.
El evento, que inició ayer y finaliza hoy en la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), cuenta con la participación de más de 40 empresas y un panel de expertos en materia de seguridad como la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA), Policía Nacional y un letrado en criminología y criminalística guatemalteco.
Eyby Aguirre, directora ejecutiva de la AmCham, informó que uno de los incentivos de llevar a cabo por primera vez un evento de este tipo es que la empresa privada está siendo gravemente afectada con la extorsión, lo que está afectando las inversiones y por ende las fuentes de empleo.
“Buscamos conocer cómo opera el delincuente y cómo las empresas se pueden evitar que las rutas de distribución sean afectadas. Lo que queremos es traer más inversión y no que se vea afectada”, enfatizó.
La AmCham cuenta con 260 socios en el país, de los cuales unos 130 están en la zona norte. El evento tiene 14 empresas patrocinadoras en las que se mencionan al Grupo Opsa, Cargill, Corporación Lady Lee, Green Valley y la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC).
El coronel Amílcar Hernández, director general de la FNA, habló sobre los resultados que se han tenido en tres años de funcionar esa institución. En el país han sido capturados y judicializados dos mil personas por este delito. “La extorsión surgió desde el 2010 y es manejado por pandillas. Afecta más al sector transporte, pulperías, comercio informal y en los últimos meses ya hay amenazas directas a las empresas de tipo corporativo”. Agregó que varias empresas son acechadas a través de los carros repartidores.
Ante la extorsión recomiendan no entrar en pánico y no darles el dinero que piden sino abocarse a la FNA y denunciar. Procurar que la negociación o acuerdo dure de tres a cuatro días para darle tiempo al grupo de investigación para determinar de dónde provienen las amenazas.
Ante el creciente flagelo de la delincuencia común y organizada, la Cámara de Comercio Hondureño Americana (AmCham) realiza la primera convención regional de seguridad “Prevención Científica de la Extorsión Empresarial” en San Pedro Sula.
El evento, que inició ayer y finaliza hoy en la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), cuenta con la participación de más de 40 empresas y un panel de expertos en materia de seguridad como la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA), Policía Nacional y un letrado en criminología y criminalística guatemalteco.
Eyby Aguirre, directora ejecutiva de la AmCham, informó que uno de los incentivos de llevar a cabo por primera vez un evento de este tipo es que la empresa privada está siendo gravemente afectada con la extorsión, lo que está afectando las inversiones y por ende las fuentes de empleo.
“Buscamos conocer cómo opera el delincuente y cómo las empresas se pueden evitar que las rutas de distribución sean afectadas. Lo que queremos es traer más inversión y no que se vea afectada”, enfatizó.
La AmCham cuenta con 260 socios en el país, de los cuales unos 130 están en la zona norte. El evento tiene 14 empresas patrocinadoras en las que se mencionan al Grupo Opsa, Cargill, Corporación Lady Lee, Green Valley y la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC).
El coronel Amílcar Hernández, director general de la FNA, habló sobre los resultados que se han tenido en tres años de funcionar esa institución. En el país han sido capturados y judicializados dos mil personas por este delito. “La extorsión surgió desde el 2010 y es manejado por pandillas. Afecta más al sector transporte, pulperías, comercio informal y en los últimos meses ya hay amenazas directas a las empresas de tipo corporativo”. Agregó que varias empresas son acechadas a través de los carros repartidores.
Ante la extorsión recomiendan no entrar en pánico y no darles el dinero que piden sino abocarse a la FNA y denunciar. Procurar que la negociación o acuerdo dure de tres a cuatro días para darle tiempo al grupo de investigación para determinar de dónde provienen las amenazas.