24/04/2024
12:27 AM

Médicos hondureños descubren síndrome único en el mundo

La enfermedad fue diagnosticada a un paciente que presenta malformaciones faciales, huesos adicionales en el cráneo, un grado de sordera, espalda encorvada y problemas cardiacos.

San Pedro Sula, Honduras.

Desde hace algunos años existen los síndromes Klinefelter, Down, Guillain-Barré y decenas de enfermedades denominados en inglés, francés, alemán y otras lenguas; pero esta semana la comunidad científica se llevó una sorpresa: conoció el Ramos-Martínez, un cuadro de manifestaciones clínicas descubierto por investigadores de la Universidad Católica de Honduras.

Incentivo
Todos los miembros del equipo trabajaron de manera gratuita. Su incentivo era detectar el síndrome
Después de aproximadamente un año de revisiones y de una rigurosa edición, la revista científica Journal of Medical Case Reports de BioMed Central, con sede en Londres, Inglaterra, público el 13 de junio en su sitio web los resultados de una investigación realizada por estudiantes y médicos de la Universidad Católica de Honduras que validan el descubrimiento de un síndrome que han denominado Ramos-Martínez.

En términos científicos, un paciente con el síndrome Ramos-Martínez presenta dismorfología craneofacial, prolapso de la válvula mitral, cifoescoliosis, hernias inguinales, trastorno de la personalidad, según parte de la descripción de BioMed Central.

En palabras simples, la persona que sufre el síndrome es caracterizada por presentar malformaciones faciales (con mandíbula pequeña tirada hacia atrás), huesos adicionales en el cráneo, alteraciones de la personalidad, cierto grado de sordera (tiene un conducto auditivo pequeño), espalda encorvada, hernias inguinales y problemas cardiacos.

Foto: La Prensa

Por razones éticas, las revistas científicas mantienen en el anonimato a los pacientes que son objeto de investigación.
Sin embargo, en este caso, Journal of Medical Reports sacó a la luz la identidad y publicó la “perspectiva del paciente”.
“Esto es muy admirable, desde hace años, las revistas solo han publicado el informe médico sin tener en cuenta lo que el paciente sentía o quería decir”, opina Daniel Gerardo Martínez en el artículo de la revista en el cual, también, aparecen imágenes de su cráneo, objeto de análisis científico.
El nombre del síndrome corresponde al primer apellido de Héctor Miguel Ramos, líder del Grupo de Investigación Médica del campus de San Pedro Sula de la Universidad Católica, y al primer apellido de Daniel Gerardo Martínez Irías (45 años), un catedrático de música y teatro que experimenta el cuadro clínico.

Inversión
La investigación costó unos $16,000, sin incluir muchos gastos. La Católica financió una parte.
La investigación comenzó hace tres años cuando Martínez recurrió al grupo de investigación para que estudiara su caso dado a que ningún especialista en Honduras le había dado un diagnóstico definitivo sobre su problema.

“Él me buscó porque yo dirijo el grupo de investigación y me contó su historia, me dijo que había visitado especialistas y no le habían diagnosticado y quería saber cuál era su identidad biológica”, relató Ramos a LA PRENSA.

Ramos, catedrático de neuroanatomía de la Católica, llevó el caso al grupo (compuesto por 16 personas, entre estudiantes y egresados) y de inmediato comenzaron a realizar la investigación.

En el transcurso de dos años de estudios científicos, a Martínez le descubrieron tres huesos adicionales (simétricos y relativamente grandes) en el cráneo (que no tiene una persona normal), cifoescoliosis, y detectaron que una de las válvulas del corazón no cierra correctamente.

“Todas las manifestaciones que él tiene se pueden rastrear hasta el cromosoma 7 porque él nació sin un sector del cromosoma 7”, dijo Ramos. “Este es el primer paciente del mundo que presenta esta constelación de manifestaciones para ese sector genético”.

Estos jóvenes han tenido fe, han creído en un ser superior y en la ciencia para lograr los resultados

Benjamín Mena, vicedecano de Medicina de la Universidad Católica
Para Benjamín Mena, vicedecano de Medicina de la Universidad Católica, “este no es solo un aporte para la sociedad de Honduras, sino para la humanidad”.

Con el hallazgo, Karla Reyes, Nelson Espinoza y Wilberg Moncada, parte de los investigadores, están seguros que las personas con estas manifestaciones podrán saber cuál es el síndrome que sufren.

“Nos llevamos bastante tiempo en la investigación y las reuniones que realizamos consistieron básicamente en pensar”, dijo Reyes.

Para establecer la línea genética de Martínez, el grupo de Ramos entró en contacto con el Greenwood Genetic Center (GGC) de Carolina del Sur, EUA el cual hizo la secuencia del genoma de seis familiares del paciente.

El Grupo de Investigación prepara nuevas publicaciones sobre cinco investigaciones concernientes a otros temas.

Foto: La Prensa