San Pedro Sula, Honduras.
Con el fin de exaltar la dedicación de aquellos hondureños que buscan crecer en las aulas de clase cada jornada se celebra en Honduras desde hace 94 años el Día del Estudiante.
Esta efeméride nacional fue establecida mediante el acuerdo gobernativo del 28 de mayo de 1922, en homenaje al padre José Trinidad Reyes, precursor de la educación en el país.
Más de 200,000 jóvenes sampedranos visten su uniforme a diario para recibir el pan del saber a pesar de limitaciones sociales y económicas en sus familias; sin embargo, en ellos no está pensado rendirse.
La falta de centros educativos y laboratorios para fomentar las carreras técnicas es la principal limitante en el sector público, según los jóvenes que reconocen su compromiso para formar una mejor sociedad.
Apoyo
Perla Carbajal, excelencia académica de la Escuela Cristiana Ovidio Decroly, manifestó que todos los jóvenes deben empeñarse en sobresalir por el bien común más que para méritos propios.
Andrea Mendoza, presidenta de la asociación de estudiantes del Instituto La Salle, refirió que además de estudiar, los jóvenes en formación deben fomentar los valores.
“Esto nos ayudará a lo largo de nuestra vida y urgen personas con estas bases en Honduras. Lo importante es aprender más que aprobar una clase.
Annette Hernádez, estudiante del último año en el Técnico Alemán, considera que en la ciudad es necesario crear más centros técnicos para promover oportunidades.
Jimmy Ortega, excelencia académica del José Trinidad Reyes, dijo que se necesita más apoyo de los Gobiernos para invertir en la educación.
“Son seis años en el JTR. Estoy orgulloso de lo que aprendí en este lugar”, dijo.
Con el fin de exaltar la dedicación de aquellos hondureños que buscan crecer en las aulas de clase cada jornada se celebra en Honduras desde hace 94 años el Día del Estudiante.
Esta efeméride nacional fue establecida mediante el acuerdo gobernativo del 28 de mayo de 1922, en homenaje al padre José Trinidad Reyes, precursor de la educación en el país.
Más de 200,000 jóvenes sampedranos visten su uniforme a diario para recibir el pan del saber a pesar de limitaciones sociales y económicas en sus familias; sin embargo, en ellos no está pensado rendirse.
La falta de centros educativos y laboratorios para fomentar las carreras técnicas es la principal limitante en el sector público, según los jóvenes que reconocen su compromiso para formar una mejor sociedad.
Los de último año del bachillerato en Mecánica Industrial del Centro técnico Hondureño alemán sonríen en el módulo de tornos.
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Perla Carbajal, excelencia académica de la Escuela Cristiana Ovidio Decroly, manifestó que todos los jóvenes deben empeñarse en sobresalir por el bien común más que para méritos propios.
Andrea Mendoza, presidenta de la asociación de estudiantes del Instituto La Salle, refirió que además de estudiar, los jóvenes en formación deben fomentar los valores.
“Esto nos ayudará a lo largo de nuestra vida y urgen personas con estas bases en Honduras. Lo importante es aprender más que aprobar una clase.
Niños de la ovidio decroly en clases.
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Jimmy Ortega, excelencia académica del José Trinidad Reyes, dijo que se necesita más apoyo de los Gobiernos para invertir en la educación.
“Son seis años en el JTR. Estoy orgulloso de lo que aprendí en este lugar”, dijo.
Estudiantes de ciclo común del Instituto La Salle se reúnen en un pasillo.
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Jóvenes de Instituto tecnológico de administración de empresas ponen atención a su maestra.
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