San Pedro Sula, Honduras.
Es poco más de la medianoche cuando comienzan a llegar a la Gran Central Metropolitana de Buses y después de pocos minutos salen con rumbo a Guatemala.
Desde hace horas, ya los esperan varios migrantes hondureños, incluso familias enteras, que tienen en mente el sueño de llegar a Estados Unidos; pero no solo quieren eso, buscan quedarse y están dispuestos a lo que sea por lograrlo.
La nueva “estrategia” para tratar de no ser deportados por las autoridades al entrar a territorio estadounidense es llevar a sus hijos.
Por eso ahora es común que los padres o madres solteras vayan con sus pequeños niños en la peligrosa travesía hacia el norte.
Un equipo periodístico de Diario LA PRENSA fue varias madrugadas a la terminal de buses y pudo comprobar el éxodo de familias hondureñas, con sus niños, hacia Estados Unidos.
Los niños “anclas”
“Si llego allá con mis hijos, no nos van a deportar. Me contaron que a uno le dan chance de quedarse por los niños”, dijo Fabián Ledezma, un humilde padre que contaba su simple plan con una mezcla de angustia e ilusión en la mirada.
Así como él, todos los demás con hijos pequeños en la terminal de buses creían firmemente en el “mito” de que todos los padres que
llegan con sus hijos hasta Estados Unidos tienen “garantía de no ser deportados”, pues sus pequeños les sirven como un “ancla” para quedarse en suelo estadounidense.
La desesperación hace más fácil creer cualquier historia o dar por buena cualquier oportunidad, por más pequeña que esta sea.
“Uno mira aquí cómo sufre la gente. Desde antes de salir se les mira en la cara a las mujeres que van con sus niños. La gente se va porque no tiene qué comer en Honduras, porque tienen miedo o ya no saben qué hacer”, indicó un empleado de las empresas de buses que salen a Guatemala desde San Pedro Sula.
La hora del migrante
Los buses en los que viajan los migrantes son los de las empresas Congolón y Sultana, que llegan a la terminal a medianoche y salen a la 1:30 am.
El Congolón llega hasta Ciudad de Guatemala, la capital guatemalteca, y cobra L700 por el viaje.
Sultana llega hasta la frontera de Agua Caliente, entre Honduras y Guatemala y cobra L270.
A las 5:00 am llega el bus de la empresa Fuente del Norte, llamada informalmente por los migrantes Maya de Oro; este bus lleva a los viajeros hasta la ciudad de Tecún Umán, que es frontera con México. En ese bus viajan a veces incluso hasta cubanos, que también intentan llegar a Estados Unidos.
El sociólogo Orlando Tinoco dijo que la migración infantil es una de las situaciones más preocupantes del país.
Es poco más de la medianoche cuando comienzan a llegar a la Gran Central Metropolitana de Buses y después de pocos minutos salen con rumbo a Guatemala.
Desde hace horas, ya los esperan varios migrantes hondureños, incluso familias enteras, que tienen en mente el sueño de llegar a Estados Unidos; pero no solo quieren eso, buscan quedarse y están dispuestos a lo que sea por lograrlo.
| Deportaciones
Estados Unidos dice que hasta niños “serán enviados a casa” si llegan mediante migración irregular.
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Por eso ahora es común que los padres o madres solteras vayan con sus pequeños niños en la peligrosa travesía hacia el norte.
Un equipo periodístico de Diario LA PRENSA fue varias madrugadas a la terminal de buses y pudo comprobar el éxodo de familias hondureñas, con sus niños, hacia Estados Unidos.
 11 mil hondureños ha deportado Estados Unidos desde octubre del año pasado.
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“Si llego allá con mis hijos, no nos van a deportar. Me contaron que a uno le dan chance de quedarse por los niños”, dijo Fabián Ledezma, un humilde padre que contaba su simple plan con una mezcla de angustia e ilusión en la mirada.
| Datos
En 2015 se incrementó el número de niños que ingresaron en EUA. La cifra alcanzó los 68,455 provenientes de Honduras, México, Guatemala y El Salvador. Muchos de ellos son explotados laboralmente, secuestrados, extorsionados o separados de sus padres
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La desesperación hace más fácil creer cualquier historia o dar por buena cualquier oportunidad, por más pequeña que esta sea.
“Uno mira aquí cómo sufre la gente. Desde antes de salir se les mira en la cara a las mujeres que van con sus niños. La gente se va porque no tiene qué comer en Honduras, porque tienen miedo o ya no saben qué hacer”, indicó un empleado de las empresas de buses que salen a Guatemala desde San Pedro Sula.
 Cada noche padres y madres con sus niños salen desde la Gran Central Metropolitana de San Pedro Sula, impulsados por el sueño de una mejor vida en Estados Unidos.
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Los buses en los que viajan los migrantes son los de las empresas Congolón y Sultana, que llegan a la terminal a medianoche y salen a la 1:30 am.
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Vuelos a la semana
Con deportados hondureños envía Estados Unidos, según el secretario de Seguridad de ese país. Las semanas “bajas” envían seis vuelos con deportados
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Sultana llega hasta la frontera de Agua Caliente, entre Honduras y Guatemala y cobra L270.
A las 5:00 am llega el bus de la empresa Fuente del Norte, llamada informalmente por los migrantes Maya de Oro; este bus lleva a los viajeros hasta la ciudad de Tecún Umán, que es frontera con México. En ese bus viajan a veces incluso hasta cubanos, que también intentan llegar a Estados Unidos.
El sociólogo Orlando Tinoco dijo que la migración infantil es una de las situaciones más preocupantes del país.
“La migración infantil es por los problemas económicos de las familias hondureñas. Muchos niños llegan solos a Estados Unidos y allá al ser detenidos en la frontera y enviados a centros de detención quedan en un limbo jurídico, económico y familiar”, expresó Tinoco.
| Realidad
Cada vuelo que llega con migrantes a honduras trae más de 100 hondureños deportados
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La semana pasada, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jeh Charles Johnson, visitó Honduras y dejó un mensaje claro.
“Quien sea aprehendido en nuestra frontera tras ingresar mediante migración irregular y una Corte de Migración ordena enviarlos a casa, los enviaremos a casa y eso incluye a hombres, mujeres y niños”, expresó tajantemente el alto funcionario estadounidense.
