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‘‘He logrado que señoras de delantal se arreglen las pompas’’: Dr. Cherenfant

  • 24 abril 2016 /

Es un cirujano plástico, nació en Camerún, pero se nacionalizó en el país en 1988 y dice 'amar a Honduras más que cualquier hondureño'.

Tegucigalpa, Honduras

Llegó al país hace 34 años, sin imaginar que el amor lo esperaba en Honduras. Es muy conocido por el programa televisivo Doctor 5-04, en el cual se practican cirugías plásticas por estética y por deformaciones físicas.

Emec Cherenfant, cirujano plástico, nació en Camerún, pero se nacionalizó en el país en 1988. Este médico es una figura reconocida e incursionó en la política con el Partido Liberal, intentando ser el alcalde de la capital, pero no lo logró; sin embargo, no descartó seguir con esta faceta.

¿Cuáles son sus orígenes?

Tengo 53 años, llegué a Honduras en 1982 procedente de Camerún, ¿por qué Honduras?, buscaba un país de habla hispana y veía noticias de México, conocí Barcelona, pero nunca había vivido en un país de habla hispana. Conocí una hondureña en Camerún de nombre Dina Donaire, era de Santa Bárbara. Ella convenció a mi papá para que me mandara a estudiar a Honduras. Vine el 20 de julio de 1982 y voy a cumplir 34 años de estar aquí. Eso significa que soy más hondureño que cualquiera que haya nacido en esa fecha.

¿Por qué decidió quedarse en el país?

No me imaginé que me iba quedar en Honduras, pensé que venía a conocer, a aprender el español, estar una temporada y después irme de vuelta como esos intercambios culturales; pero después de dos meses de haber llegado ya tenía novia y la amabilidad y espontaneidad de la gente contribuyeron bastante a que adoptara al país. Ya soy hondureño 100%. La gente dice que el hondureño es el que nace aquí y yo les digo que no, que el nacer en Honduras es un accidente obstétrico como que la madre de uno lo pare en Costa Rica en un viaje. Hondureño para mí es quien encarna los valores nacionales, no se avergüenza de la realidad nacional, el que pregona la identidad catracha y el que defiende el país.

¿En qué momento supo que se iba a quedar?

Supe que me iba a quedar cuando tuve novia y me di cuenta que solo tenía dos opciones: me la llevo o me quedo con ella y era más fácil lo último. Fui a la Universidad y ya tenía amigos, ya había muchas cosas que ataban, como la música, compañeros que venían a buscarme para tocar y me metí a una iglesia adventista y formé un grupo para tocar canciones.

¿Adónde estudió?

Una parte los hice en Costa de Marfil, Togo, Camerún y Francia. La universidad la realicé en Honduras, la especialización en cirugía plástica de cara y cráneo en Francia, luego regresé a Honduras.
¿Quiénes son sus padres y a qué se dedican?
Ya fallecieron los dos. Mi papá era un santo de Dios, pastor, y nos inculcó muchos valores; todo lo que soy lo aprendí en casa. Mi mamá una buena mujer, sierva de Dios.

¿Le gusta leer?

Mucho, me gusta leer de todo. En un tiempo, al finalizar la época de colegio y entrar a la universidad, la literatura francesa era una cosa tremenda, envidiable, enriquecedora; todos los de la época de oro como Víctor Hugo. La literatura francesa me marcó mucho y la inclinación hacia una visión perfecta, léxico correcto, semántica bien adaptada y la tendencia literaria está detrás de la Medicina, por eso no puedo disociar Medicina y Literatura.

¿Cómo conoció a su esposa?

El primer día que yo llegué a Honduras fui a conocer la Facultad de Medicina y nos cruzamos en una grada; nos quedamos viendo y le dejé que pasara. Tres días después fui a conocer la iglesia que iba a asistir y la encuentro de nuevo en la puerta de la iglesia y todo empezó ahí. Llevo 28 años de casado más cinco de novios, con ella.

¿Cuál es su principal pasión?

La música, me gusta crear armonías cerradas y ambiguas, componer, el arte, la pintura, todo lo que es artístico me fascina.

¿Por qué decidió estudiar Medicina?

Siempre supe que iba a ser médico, no solamente en ser médico, sino que siempre supe que iba a ser cirujano porque yo me acuerdo que en Navidad me placía ponerme a romper las muñecas que les regalaban a mis hermanas. Abrirlas diciéndoles que les iba a sacar las enfermedades. De profesión soy músico, soy un melómano, me gusta la música, el arte bajo todas sus formas y en Medicina había que buscar una rama que me permitiera integrar el arte y la única rama que la permite es la cirugía plástica, por eso decidí estudiarla.

¿La cirugía plástica da dinero en Honduras?

No solo la cirugía plástica. Además permite ser útil siempre que lo hagas bien. Da cierta notoriedad, prestigio que le atrae una clientela segura; pero permite ayudar.

¿Practica cirugías plásticas gratuitas a hondureños?

Sí, hago muchas cirugías plásticas gratuitas. Mi idea y mi meta creo que ya la alcancé, que fue popularizar la cirugía plástica. Hacer que la cirugía plástica llegue a niveles populares y hemos logrado que señoras del mercado lleguen a la clínica con su delantal y quieran arreglarse la pompas, las bubies y el abdomen. También que una maestra de tierra adentro venga a hacerse cirugía estética en la cara. Esto es lo que quería, porque los ricos siempre tienen la capacidad y siempre pueden hacerlo, pero el pobre no tiene la opción. Busco que estas operaciones estén al alcance popular y que cualquiera que tenga deseos de hacerse un procedimiento de cirugía plástica y estética pueda llegar a hacerlo aunque tenga que pagarlo centavo tras centavo al cirujano.

¿Desde cuándo hace cirigías gratis?

Desde hace 12 años hago cirugías gratis para el pueblo, y para quien pueda y quiera pagarlo. La gente que paga de alguna forma subsidia a los que no pueden pagar.

¿Cómo incursionó en la política?

En ese afán de buscar el bienestar para la gente decidí un día demostrar que se podía hacer política limpiamente. Pretendía ser un alcalde sin robar porque lo común es robar y quise demostrar que se podía hacer un gobierno municipal sin robar y hacer las cosas grandes sin corrupción, y alguien tiene que empezar. Ese fue el motivo, el detonante, lo que me impulsó a meterme en la política. Luego entendí que no era el momento porque las cosas se hacen en el tiempo de Dios, pero no he olvidado la misión política que tengo.

¿Piensa volver a la política?

Claro que sí, en este o en otro momento tendré que dar mi aportación sustanciosa en política al país.