24/04/2024
10:51 AM

Rolando Argueta, de juez de paz a titular del Poder Judicial

Tegucigalpa, Honduras.

De ser un modesto juez de paz y receptor de denuncias en una olvidada oficina del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en el occidente de Honduras, Rolando Edgardo Argueta Pérez, pasó a convertirse en menos de 16 años en el jurista más joven en ocupar la presidencia del máximo tribunal de justicia del país.

De raíces humildes y de estirpe lenca-chortí, el nuevo presidente de la Corte Suprema de Justicia vio por primera vez la luz del día el 20 de febrero de 1972 en el histórico pueblo de Lepaera, departamento de Lempira, justamente en los dominios por donde se paseó y libró sus más grandes batallas el heroico e indómito cacique Lempira.

Es el hijo el mayor del hogar que formaron el dos veces exalcalde de Lepaera por el Partido Nacional José Lucío Argueta y la señora Sofía Pérez Rivera. Sus hermanos son Denia Lorena, Carlos Augusto, Reina Sofía, Diana Rubí, Héctor Enrique y Óscar Mauricio. Está casado con Delmy Lara Trejo con quien procreó a Ángel David, Reina Sofía, Rolando Edgardo y Sofía.

Argueta Pérez transitó su infancia entre las faenas del campo, las fincas de café y el frío de la montaña de su natal Lepaera. Sus primeras letras las recibió en la escuela Manuel Bonilla de la localidad y siendo aún adolescente partió a la capital de la república para continuar su enseñanza secundaria en el instituto San Francisco.

Es el hijo el mayor del hogar que formaron el dos veces exalcalde de Lepaera por el Partido Nacional José Lucío Argueta y la señora Sofía Pérez Rivera.
Tras concluir su ciclo común en ese centro educativo religioso retornó a su departamento y continuó sus estudios en la Escuela Normal Mixta Justicia y Libertad, de Gracias, Lempira, adonde se graduó como maestro de educación primaria.

Tras terminar su educación superior viajó nuevamente a la capital y se matriculó en la carrera de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), adonde obtuvo el título de Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales con orientación en Derecho Penal.

Sus ansias de superación lo llevaron a cursar un posgrado en Derecho Penal y Procesal Penal en la Unah, seguidamente una maestría en Derecho Procesal Civil en la Universidad Tecnológica de Honduras (Unitec) y el 16 de febrero de 2012 recibió de la Corte Suprema de Justicia el exequátur de notario público.

A pesar de su juventud (44 años por cumplir el próximo 20 de febrero), el magistrado presidente tiene un amplio recorrido y experiencia en el sistema de justicia.

Su vida

Amigos y parientes cercanos consultados por diario LA PRENSA lo describen como un hombre con profundas convicciones religiosas y morales, muy honesto y un profesional estudioso y dedicado al ejercicio del Derecho.

“Argueta es un hombre honrado, que tiene toda una carrera judicial que inició como juez de paz; además, conoce perfectamente el funcionamiento del Poder Judicial, de convicción y comprometido con Honduras”, comentó uno de sus mejores amigos y colega, quien prefirió que no se citara su nombre.

Otros lo describen como un hombre leal y sus cercanos colaboradores como una persona exigente e íntegra en sus actuaciones.

En diálogo con LA PRENSA, su padre Lucio Argueta comentó que su hijo siempre se impuso grandes metas y una de ellas fue prepararse para alcanzar el honroso y delicado cargo de magistrado del Poder Judicial.

Argueta es abogado y notario.
“Cada uno tiene sus metas. Rolando tenía sus metas y desde que salió de la Universidad me dijo quiero seguir estudiando, y yo le dije prepárese. Sus metas se están alcanzando.

Recordó que él aspiraba a convertirse magistrado y si consiguió la presidencia es un mérito mucho más grande. En el hogar contribuimos a formar los valores de honestidad, respeto, rectitud. Estamos honrados, realizados, con las posiciones que ha alcanzado en su carrera”, dijo emocionado su progenitor.

Concluyó diciendo que la presidencia de la Corte es un gran reto, un gran compromiso, pero que la asume con responsabilidad. “Estoy muy orgulloso de mi hijo por alcanzar esos peldaños que no habíamos soñado. Es una gran satisfacción”.

Foto: La Prensa

Sus hermanos son Denia Lorena, Carlos Augusto, Reina Sofía, Diana Rubí, Héctor Enrique y Óscar Mauricio.
Cómo se ve

El ahora magistrado presidente se considera un pueblerino que añora el sosegado ritmo de vida de los pueblos adonde la gente deja las puertas abiertas de sus casas, camina despreocupada por las calles y habla con los amigos en el parque.

Además detesta el tráfico y el bullicio de la ciudad y es amante de la tortilla caliente recién salida del comal y el refresco natural.

“Soy muy pueblerino, detesto el tráfico y me ha costado acostumbrarme a la comida tan grasosa de la capital”, dijo en una oportunidad que se le entrevistó.

Foto: La Prensa

DENUNCIA EN SU HOJA. En la Inspectoría de Tribunales se le formuló una denuncia por un juez de instrucción, la que luego desvaneció.