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Garífunas rinden tributo a la Virgen de Suyapa

  • 30 enero 2016 /

Al ritmo de sus pegajosos tambores y maracas, 600 garífunas de diferentes partes del país se dieron cita en la Basílica Menor de Suyapa.

Tegucigalpa, Honduras

“Wayabiña Maria luguchu gudemehabu” (“Aquí venimos, María madre de la misericordia”), con esta consigna, al son de los tambores y las maracas, la comunidad garífuna hizo su entrada triunfal a la Basílica Menor para rendirle tributo a la Virgen de Suyapa.

Vestidos de amarillo, como signo de alegría, los visitantes dejaron pequeños distintivos negros para recordar a los que fallecieron el año anterior.

Las voces agudas de las mujeres despertaron la emoción de los devotos, que fueron partícipes de una eucaristía única, llena de color y alegría que se viene desarrollando desde hace ya 23 años, cuando el primer grupo visitó a la Morenita en su casa.

Desde Trujillo, La Ceiba y San Pedro Sula, 600 garífunas se dieron cita en una muestra de devoción que representa el poder de convocatoria y la fe de todos los catrachos de corazón.

Guillermo Tomas, coordinador de Arquidiócesis de Tegucigalpa, explicó que todas las razas del mundo deben adorar a Dios en su propia lengua y ellos se honran en ser parte de la celebración anual a la Virgencita.

“Lidan Liri uguchili, iragu afurugu gunfuliti, italara”, bendijo el obispo de La Ceiba, Miguel Leninham, para luego traducir: “En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo, amén”.

Los ritmos de sus danzas acompañaron los cantos que llenaron de regocijo cada momento de la eucaristía.

La emotiva ceremonia arrancó de sus butacas a los presentes, quienes no perdían detalle de la majestuosa manera de exaltar a la madre de Jesús.

Foto: La Prensa

De amarillo y negro, en señal de alegría por la visita y luto por los que dejaron esta tierra, danzaron los invitados.
En los pasillos de la Basílica Menor se palpaba la fe en medio de ramos de palma, como muestra de que el pueblo garífuna está con Dios, explicó Sixto Ganzales, coordinador de la Diócesis de San Pedro Sula.

La comunidad garífuna ofreció alimentos de su tierra ante el altar de la patrona de Honduras.

Suculentas tabletas de coco, cazabe, pescado, pan de banano y coco fueron depositados en el altar y bendecidos por el sacerdote con el objetivo de pedir abundancia para toda su comunidad.

Al final, monseñor Leninham les deseó un feliz retorno a sus hogares y ellos dijeron adiós a la “Suyapa Würiraütu” o “Morenita de Suyapa”.

La semana pasada iniciaron las celebraciones por el hallazgo de la patrona de Honduras, la Virgen de Suyapa, quien arriba el próximo tres de febrero a su 269 aniversario.

Las actividades de celebración se extenderán hasta el siete de febrero, el martes tres será la gran alborada a la que asisten miles de hondureños en la Basílica de Suyapa, en Tegucigalpa, con júbilo y devoción ante la presencia de la patrona de Honduras.