VILLANUEVA. La caída de un pedazo de techo en la espalda de un paciente mientras era atendido por un médico en una de las clínicas obligó a las autoridades sanitarias de este municipio a cerrar el centro de salud José Inés Rápalo.
El incidente fue “la gota que derramó el vaso”. Durante cuatro años, la alcaldía venía haciendo algunas reparaciones en el vetusto edificio construido en los setenta. Este ya no da para más: se está cayendo a pedazos.
Eugenio Díaz, jefe municipal de Salud, manifestó que desde el martes de esta semana las cinco clínicas que funcionan en el interior del Cesamo fueron cerradas para evitar un accidente mayor al ocurrido al ciudadano hace unos días.
“No podemos seguir arriesgando a los enfermos y al mismo personal médico. Lamentamos que esto ocurra, pero no tenemos otra salida. Sabemos que con la decisión el afectado es el pueblo, ya que tiene que buscar atención en otros establecimientos”. El doctor agregó que los pacientes llegan al lugar todos los días, sin embargo, son enviados al centro de salud ubicado en la colonia Gracias a Dios, distante del centro.
“La Secretaría de Salud y la alcaldía ya tienen un informe sobre la situación. Esperamos que esas dos instituciones unan esfuerzos para que se construya un nuevo inmueble”, apuntó Díaz. Gerson Tróchez, vocero de la Municipalidad, dijo que esa entidad ha dado un enorme apoyo a la salud de los habitantes: en los últimos cinco años ha construido los edificios de diez centros asistenciales. “Nos sentimos abandonados por esa entidad del Estado. Todo lo que se ha hecho ha sido con propio esfuerzo de la comuna con los impuestos que paga el pueblo. Ya es hora de que la Secretaría de Salud asigne un presupuesto y nos apoye a construir el nuevo local del José Inés Rápalo”.
Agregó que el alcalde Walter Perdomo planifica para febrero de 2016 comenzar esa obra. En estos momentos buscan los fondos, los cuales son millonarios. La necesidad es urgente. Más de 100 pacientes al día requieren de una atención en el lugar.
