'Somos los únicos de América Latina con 200 días de clase'

San Pedro Sula, Honduras.

Educación para el trabajo es el modelo que se trata de implementar para formar estudiantes en función de las necesidades de las empresas.

Marlon Escoto, ministro de Educación, conversa con LA PRENSA que el sistema educativo debe tener cierta versatilidad por los estándares de cobertura que exige el mundo en educación secundaria.

Hay un término llamado percepción social sobre la prestación de un servicio. Lo que usted menciona se puede ver y se puede medir, pero hay una serie de elementos técnicos que cuesta un poco más, difícil de procesar y enviárselo a la población, como la cobertura del noveno grado en áreas rurales, que disminuye las tasas en embarazo adolescente.

Cuando el mundo quiere medir el grado educativo de un país pregunta sobre esos indicadores y así valora la inversión que pueden hacer en apoyo a la educación. A su vez miden el potencial que el país tiene en términos de negociación.

En 2012 recuerdo que de cada diez jóvenes que iban por pruebas de admisión a la Autónoma, cuatro conseguían ingresar. En el último informe que leí ahora siete de cada diez lo logran. Esas cosas son puntuales y directas, se puede decir mucho al respecto, pero esa realidad habla por sí misma.

Sin duda. Ningún país en América Latina tiene en su calendario 200 días de clase. Llegar a esa cantidad de días es el primer paso, luego está el tiempo efectivo en el aula, el contenido y actualización de profesores. Si seguimos ese camino, al final podremos obtener calidad educativa.

Totalmente, porque este se acopla a la necesidad de las empresas. Permite que el alumno estudie en el colegio y practique en la empresa. Le estamos pidiendo al sector bancario y financiero que nos diga qué perfil de empleado requiere para formarlo en los centros educativos.