Tegucigalpa, Honduras.
El Congreso Nacional conocerá de un inusual proyecto de ley que, de ser aprobado, autorizará la castración física y química contra aquellos violadores en serie a quienes se les haya comprobado el delito.
El diputado Luis Cruz, del Partido Libertad y Refundación (Libre), anunció que tiene listo el proyecto, al que solo le faltan algunos detalles para someterlo a consideración de sus compañeros de cámara.
Explicó el congresista por Cortés que está cansado de tanta violación contra niños y niñas inocentes que quedan marcados para toda la vida.
Y el caso es aún más grave cuando el violador mata a su víctima. En ese sentido, “estamos proponiendo la castración física y química para violadores en serie”, afirmó Cruz.
Ante tanta violación de niños y mujeres, ya es tiempo que el Estado ponga coto a este delito.
“La pena debe de ser severa, estamos proponiendo la castración física mediante la extracción de los testículos para que se les acabe el impulso de seguir causándole daño a los niños y niñas”, afirmó el diputado.
Este delito ya es castigado con castración en algunos estados de Estados Unidos como California y Texas, donde también existe la pena de muerte.
“Aquí, ante el agravamiento de delitos de violación, hay que apostarle a penas severas. La violación es un crudo flagelo en la sociedad, no debemos de conformarnos como sociedad en meterlos presos, hay que inhibirlos de ese impulso sexual para que no sigan violando”, justificó el diputado.
“El que es violador en serie lo va a continuar haciendo, hay que castrarlo para que no siga causándole daño a esta sociedad”, añadió.
Su tesis no fue compartida por los diputados nacionalistas Ramón Antonio Leva y Renán Inestroza.
“El problema del violador no está en su órgano genital, está en su cerebro”, argumentó Leva.
A su criterio, un violador en serie, antes de ser castrado, “tiene que ser sometido a un tratamiento mental y psicológico”.
Quien está del todo en contra del proyecto del diputado de Libre es el congresista del Partido Nacional, Renán Inestroza. “Castrar a un ciudadano es como quitarle la vida. Ambos son derechos individuales que los garantiza la Constitución”, refirió.
En su artículo 68, la Constitución de la República dice que “toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral. Nadie debe ser sometido a torturas ni penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano”.
El proyecto del diputado Cruz seguramente generará mucha polémica en el Congreso y en otros sectores de la sociedad.
Durante la campaña presidencial de 2005, el candidato nacionalista Porfirio Lobo Sosa propuso la pena de muerte para delitos crueles, como el de violación seguido de muerte, pero fracasó.
Según Marcela Castañeda, directora de Incidencias en Políticas de Participación de Visión Mundial en Honduras, el año pasado esta organización registró al menos 900 denuncias de abuso sexual infantil.
El Congreso Nacional conocerá de un inusual proyecto de ley que, de ser aprobado, autorizará la castración física y química contra aquellos violadores en serie a quienes se les haya comprobado el delito.
El diputado Luis Cruz, del Partido Libertad y Refundación (Libre), anunció que tiene listo el proyecto, al que solo le faltan algunos detalles para someterlo a consideración de sus compañeros de cámara.
Explicó el congresista por Cortés que está cansado de tanta violación contra niños y niñas inocentes que quedan marcados para toda la vida.
Y el caso es aún más grave cuando el violador mata a su víctima. En ese sentido, “estamos proponiendo la castración física y química para violadores en serie”, afirmó Cruz.
Ante tanta violación de niños y mujeres, ya es tiempo que el Estado ponga coto a este delito.
“La pena debe de ser severa, estamos proponiendo la castración física mediante la extracción de los testículos para que se les acabe el impulso de seguir causándole daño a los niños y niñas”, afirmó el diputado.
Este delito ya es castigado con castración en algunos estados de Estados Unidos como California y Texas, donde también existe la pena de muerte.
“Aquí, ante el agravamiento de delitos de violación, hay que apostarle a penas severas. La violación es un crudo flagelo en la sociedad, no debemos de conformarnos como sociedad en meterlos presos, hay que inhibirlos de ese impulso sexual para que no sigan violando”, justificó el diputado.
“El que es violador en serie lo va a continuar haciendo, hay que castrarlo para que no siga causándole daño a esta sociedad”, añadió.
Su tesis no fue compartida por los diputados nacionalistas Ramón Antonio Leva y Renán Inestroza.
“El problema del violador no está en su órgano genital, está en su cerebro”, argumentó Leva.
A su criterio, un violador en serie, antes de ser castrado, “tiene que ser sometido a un tratamiento mental y psicológico”.
Quien está del todo en contra del proyecto del diputado de Libre es el congresista del Partido Nacional, Renán Inestroza. “Castrar a un ciudadano es como quitarle la vida. Ambos son derechos individuales que los garantiza la Constitución”, refirió.
En su artículo 68, la Constitución de la República dice que “toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral. Nadie debe ser sometido a torturas ni penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano”.
El proyecto del diputado Cruz seguramente generará mucha polémica en el Congreso y en otros sectores de la sociedad.
Durante la campaña presidencial de 2005, el candidato nacionalista Porfirio Lobo Sosa propuso la pena de muerte para delitos crueles, como el de violación seguido de muerte, pero fracasó.
Según Marcela Castañeda, directora de Incidencias en Políticas de Participación de Visión Mundial en Honduras, el año pasado esta organización registró al menos 900 denuncias de abuso sexual infantil.
