En zafarrancho terminó el pleno departamental de la Democracia Cristiana, celebrado ayer sábado.
El relajo, en el que hubo gritos y hasta golpes, se produjo cuando se juramentaba a los miembros del pleno departamental de Francisco Morazán, acto que fue interrumpido por un grupo de activistas dirigidos por el secretario del directorio nacional de la DC, David Aguilera.
El dirigente acusó que la gente que se estaba juramentando había sido nombrada de dedo por el presidente de la Democracia Cristiana, Augusto Cruz Asensio.
Aguilera dijo que “la Democracia Cristiana ha despertado, así como despertaron los de las antorchas, los democratacristianos, los verdaderos hemos despertado el día de hoy”. El dirigente manifestó que como miembro del partido “exijo respeto a nuestros derechos porque están haciendo un pleno departamental con puros cipotes”.
“Nosotros no podemos permitir que nuestros activistas se estén peleando como perros y gatos, mientras él (Cruz Asensio) se está fumando un cigarro, tomándose un cafecito y aquí la gente se está agrediendo”, fustigó.
La diputada suplente Giselle Alejandra Villanueva afirmó que lo ocurrido en la reunión política “solo es algo que sucede en todos los institutos políticos. Si no llegamos a un consenso, vamos a continuar con los mismos problemas”.
Villanueva señaló que al acto político asistió “una paralela” con el objetivo de irrumpir la misma.
“Nos golpearon y nos tiraron sillas. En mi condición de diputada tuve que esconderme en un cuarto porque pedían mi cabeza”, denunció. La congresista contó que el presidente del PDCH, Augusto Cruz Asensio, no pudo ingresar a la sede porque un grupo de personas pagadas por Aguilera se apostaron en la entrada para no dejarlo pasar.
Cruz Asensio llamó a la cordura a sus correligionarios, lamentando los incidentes en su partido.
“Me da lástima, pero bien, ya sucedieron y que sirvan para corregir en el futuro porque eso no es algo que marca la ruta del partido”, concluyó el diputado.
