San Pedro Sula, Honduras.
Un nauseabundo olor invade desde hace más de tres días la 27 calle y 19 avenida de la colonia Valle de Sula II.
Pese a que cuadrillas de Aguas de San Pedro inspeccionaron ayer los derrames de aguas negras en estas arterías, no se solucionó el problema.
“Nos ha tocado trabajar hasta con mascarillas porque cuando hace sol el olor es asqueroso e insoportable”, refiere Rommel Núñez, empleado de un taller automotriz.
La situación se ha repetido en reiteradas ocasiones al extremo que los pobladores de la colonia sampedrana han pagado a empresas privadas para limpiar la zona.
“Tememos por la contaminación de aguas negras, pues son un criadero de zancudos, parásitos y otras enfermedades. Esto se trata de salud”, refiere Rosibel Sánchez, ama de casa y residente de la zona.
Los inquilinos solicitan cuanto antes que la dependencia competente dé respuesta al problema con los sistemas de tratamiento de aguas negras.
Críticos
El envejecimiento de los sistema de drenaje en la 33 calle de la carretera hacia El Polvorín ha provocado la acumulación de aguas lluvias y el daño progresivo de las pavimentadas.
“Esa agua lluvia está estancada desde hace varios días y no sale porque hay unos hoyos enormes en las calles. Para rematar, los conductores no los ven cuando transitan por acá”, refiere Leonel Martínez, un guardia de seguridad de un local cercano.
Los vertederos de agua se extienden por lo largo de la carretera y son un potencial foco de contaminación para los vecinos en el área.
“Aunque no desprendan mal olor, sí son un problema porque de ahí se crían zancudos transmisores de dengue o chikungunya”, dice Martínez.
Un nauseabundo olor invade desde hace más de tres días la 27 calle y 19 avenida de la colonia Valle de Sula II.
Pese a que cuadrillas de Aguas de San Pedro inspeccionaron ayer los derrames de aguas negras en estas arterías, no se solucionó el problema.
“Nos ha tocado trabajar hasta con mascarillas porque cuando hace sol el olor es asqueroso e insoportable”, refiere Rommel Núñez, empleado de un taller automotriz.
La situación se ha repetido en reiteradas ocasiones al extremo que los pobladores de la colonia sampedrana han pagado a empresas privadas para limpiar la zona.
“Tememos por la contaminación de aguas negras, pues son un criadero de zancudos, parásitos y otras enfermedades. Esto se trata de salud”, refiere Rosibel Sánchez, ama de casa y residente de la zona.
Los inquilinos solicitan cuanto antes que la dependencia competente dé respuesta al problema con los sistemas de tratamiento de aguas negras.
Críticos
El envejecimiento de los sistema de drenaje en la 33 calle de la carretera hacia El Polvorín ha provocado la acumulación de aguas lluvias y el daño progresivo de las pavimentadas.
“Esa agua lluvia está estancada desde hace varios días y no sale porque hay unos hoyos enormes en las calles. Para rematar, los conductores no los ven cuando transitan por acá”, refiere Leonel Martínez, un guardia de seguridad de un local cercano.
Los vertederos de agua se extienden por lo largo de la carretera y son un potencial foco de contaminación para los vecinos en el área.
“Aunque no desprendan mal olor, sí son un problema porque de ahí se crían zancudos transmisores de dengue o chikungunya”, dice Martínez.
