Autoridades de la Secretaría de Salud junto al Ministerio Público verificaron este martes en San Francisco de Ojuera el proceso que se desarrolló para la quema de un lote de medicamentos supuestamente vencidos.
Personal del Centro de Salud mostraron las actas que se levantaron para realizar la destrucción pero fallaron al no convocar a otras partes que debían ser testigos de la quema. Aún no se ha establecido el costo de los medicamentos.
El viceministro de Salud, Francis Contreras, lidera la inspección y ha señalado que hay una ordenanza que prohíbe a centros de salud, hospitales o cualquier centro asistencial público destruir medicamentos sin previa autorización.
Mañana el director del centro de salud de este municipio deberá comparecer ante el Ministerio Público. En la inspección se recolectaron pruebas de los medicamentos incinerados para ser analizadas.
 Se incineraron 500 botes de jarabe contra la tos, además de jenringas y varios paquetes de pastillas, según investigación.
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 Fue un campesino que busca leña seca todas las mañanas quien halló el medicamento a un lado de la carretera de tierra.
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