San Pedro Sula, Honduras.
En el barrio Concepción de San Pedro Sula vive el mejor estudiante de Honduras en el sector oficial. Darian Isaac Acebedo Hernández tiene 14 años y logró cerrar el año pasado con un promedio de 100% en todas sus clases en el Centro Básico República de Cuba del mismo sector.
Esto le hace acreedor del premio de oro Padre José Trinidad Reyes que recibirá pasado mañana junto con otros 17 estudiantes seleccionados de cada departamento del país por parte del Gobierno de la República junto a la Secretaría de Educación en el marco de la celebración del Día del Estudiante.
Aunque junto con él, siete estudiantes de otros departamentos lograron el 100%, Isaac es el de menor edad en conseguirlo, según el Sistema de Administración de Centros Educativos (Sace) por lo que su logro es el de mayor relevancia.
Acostumbrado
Para Darian obtener una calificación alta no es nada complicado. Desde tercer grado cuando llegó de El Progreso, Yoro, a estudiar a la escuela República de Cuba obtuvo un 98% de índice global, que repitió en cuarto grado. En quinto y sexto superó su promedio y alcanzó el 99% en ambas ocasiones. No conforme con eso, el año anterior, en séptimo grado llegó a la meta del 100% que según él repetirá este 2015.
“No le hemos regalado ni un tan solo punto. La educación que él recibe en el centro es integral y tiene sus partes difíciles pero para Darian es un reto divertido”, manifiesta Roosevelt Ramos, director del centro básico República de Cuba.
Su materia favorita es matemáticas y la mejor evidencia de ello ha sido que en años anterior fue tutor de sus propios compañeros. Aunque siempre logra el 100%, la clase de Estudios Sociales no es precisamente de su agrado. “Isaac es un niño verdaderamente aplicado. En las clases siempre da lo mejor y a pesar de ser varón adolescente es muy ordenado. Su reconocimiento es más que merecido”, compartió Yerlin Alvarado, profesora favorita del intrépido estudiante.
El carisma del distinguido escolar es evidente en la escuela, aunque no tiene novia y “no tiene tiempo para pensar eso” muchas pequeñas suspiran cuando lo ven llegar a la escuela. Sus amigos Edgard, Josué y Armando lo esperan para jugar una potra antes de las clases. “Tengo Facebook y celular, pero casi no le pongo mucho tiempo. Me distrae y no quiero perder las buenas notas que tengo”, sentencia el menor.
Hogar
A pesar de las circunstancias que podrían ser un problema Darian es feliz en casa. Vive solo con su abuela Santos Cristina Ramos y su papá Yidin Acebedo, que lo engendró cuando solo tenía 14 años de edad. Eso sin embargo, ha sido una motivación para el párvulo porque mantiene una relación de amigos con su joven padre. “Estoy muy orgulloso de él. No he tenido que obligarlo a ser como es. Es muy dedicado y eso nos honra”, dice su procreador, mientras hace su trabajo en una barbería de la ciudad.
Su abuela Santos Ramos ha sido como su madre desde que se marcharon de El Progreso. Ella le ha inculcado los principios cristianos que se notan en la forma de hablar y pensar de su nieto. “Le damos la gloria a Dios por la vida de mi pequeño. Es un regalo de Dios tenerlo y verlo triunfar”, expresa sollozando.
Darian está listo para marcharse a Tegucigalpa y ser condecorado. Espera tener cerca al Presidente Juan O. Hernández y pedirle ayuda para su escuela. Asegura que está anuente a recibir una beca para estudiar en el futuro, pero antes terminará su noveno grado en la escuela que lo formó y de la que está orgulloso.
En el barrio Concepción de San Pedro Sula vive el mejor estudiante de Honduras en el sector oficial. Darian Isaac Acebedo Hernández tiene 14 años y logró cerrar el año pasado con un promedio de 100% en todas sus clases en el Centro Básico República de Cuba del mismo sector.
Esto le hace acreedor del premio de oro Padre José Trinidad Reyes que recibirá pasado mañana junto con otros 17 estudiantes seleccionados de cada departamento del país por parte del Gobierno de la República junto a la Secretaría de Educación en el marco de la celebración del Día del Estudiante.
Aunque junto con él, siete estudiantes de otros departamentos lograron el 100%, Isaac es el de menor edad en conseguirlo, según el Sistema de Administración de Centros Educativos (Sace) por lo que su logro es el de mayor relevancia.
Su padre y su abuela son su mayor inspiración.
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Para Darian obtener una calificación alta no es nada complicado. Desde tercer grado cuando llegó de El Progreso, Yoro, a estudiar a la escuela República de Cuba obtuvo un 98% de índice global, que repitió en cuarto grado. En quinto y sexto superó su promedio y alcanzó el 99% en ambas ocasiones. No conforme con eso, el año anterior, en séptimo grado llegó a la meta del 100% que según él repetirá este 2015.
“No le hemos regalado ni un tan solo punto. La educación que él recibe en el centro es integral y tiene sus partes difíciles pero para Darian es un reto divertido”, manifiesta Roosevelt Ramos, director del centro básico República de Cuba.
Su materia favorita es matemáticas y la mejor evidencia de ello ha sido que en años anterior fue tutor de sus propios compañeros. Aunque siempre logra el 100%, la clase de Estudios Sociales no es precisamente de su agrado. “Isaac es un niño verdaderamente aplicado. En las clases siempre da lo mejor y a pesar de ser varón adolescente es muy ordenado. Su reconocimiento es más que merecido”, compartió Yerlin Alvarado, profesora favorita del intrépido estudiante.
El carisma del distinguido escolar es evidente en la escuela, aunque no tiene novia y “no tiene tiempo para pensar eso” muchas pequeñas suspiran cuando lo ven llegar a la escuela. Sus amigos Edgard, Josué y Armando lo esperan para jugar una potra antes de las clases. “Tengo Facebook y celular, pero casi no le pongo mucho tiempo. Me distrae y no quiero perder las buenas notas que tengo”, sentencia el menor.
Su profesora favorita Yerlin Alvarado elogia su perseverancia y siempre le explica con dedicación.
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A pesar de las circunstancias que podrían ser un problema Darian es feliz en casa. Vive solo con su abuela Santos Cristina Ramos y su papá Yidin Acebedo, que lo engendró cuando solo tenía 14 años de edad. Eso sin embargo, ha sido una motivación para el párvulo porque mantiene una relación de amigos con su joven padre. “Estoy muy orgulloso de él. No he tenido que obligarlo a ser como es. Es muy dedicado y eso nos honra”, dice su procreador, mientras hace su trabajo en una barbería de la ciudad.
Su abuela Santos Ramos ha sido como su madre desde que se marcharon de El Progreso. Ella le ha inculcado los principios cristianos que se notan en la forma de hablar y pensar de su nieto. “Le damos la gloria a Dios por la vida de mi pequeño. Es un regalo de Dios tenerlo y verlo triunfar”, expresa sollozando.
Darian está listo para marcharse a Tegucigalpa y ser condecorado. Espera tener cerca al Presidente Juan O. Hernández y pedirle ayuda para su escuela. Asegura que está anuente a recibir una beca para estudiar en el futuro, pero antes terminará su noveno grado en la escuela que lo formó y de la que está orgulloso.
Como todo buen hondureño, aprovecha sus recreos para jugar fútbol con sus amigos.
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