Tegucigalpa, Honduras
Cansados, agobiados y con miedo permanecen los miembros del gremio del transporte, cuyos representantes se encuentran reunidos de emergencia en Tegucigalpa para analizar soluciones que le permitan reaccionar ante la creciente ola de violencia que los afecta.
'Hay situaciones que se escapan de nuestro alcance y seguimos poniendo los muertos', dijo Jorge Lanza, portavoz de los transportistas urbanos, quien agregó que se debe investigar el trasfondo de la muerte de los operarios de las unidades de buses en todo el país.
Los transportistas también analizan si realizan un paro de labores para exigir al gobierno una solución a los crímenes, y en la mañana del lunes paralizaron las labores de la ruta Arturo Quezada-Centro tras la muerte de tres operarios durante el fin de semana.
En San Pedro Sula, los representantes de la Asociación de Motoristas Profesionales de Honduras (Asomoproh) también se reunieron para exigir al gobierno la prestación de un mejor sistema de seguridad para frenar a los delincuentes.
Manifestaron que no se ha cumplido la asignación de personal militar en las unidades, así como tampoco se han instalado cámaras de video en los buses y rapiditos.
Agregaron que tampoco hay un avance en la investigación de los crímenes como el del empresario Carlos Andonie. 'Queremos que salga a la luz qué fue lo que pasó', dijo Ramón Velásquez, presidente de Asomoproh.
Las autoridades de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) anunciaron que se implementaran diversas medidas para apoyar a los transportistas.
La semana pasada, Fusina realizó un operativo en la terminal de buses de San Pedro Sula para actuar contra bandas de extorsionadores de los transportistas.
Noticia en desarrollo
