San Pedro Sula, Honduras.
Los niños de la escuela Luces de El Merendón visitan a diario las instalaciones de su centro educativo que está en proceso de reconstrucción en el sector de Las Crucitas.
Con desesperada curiosidad le preguntan a su profesor el día que finalmente podrán recibir clases en las nuevas aulas que para ellos serán perfectas. Se ha convertido un sueño hecho realidad poder recibir clases en los salones nuevos con ventilación y laboratorio de computación.
En menos de 15 días, la obra que consta de tres aulas y una zona de sanitarios quedará lista para su uso. La mayoría de ellos tendrá contacto por primera vez en su vida con instalaciones de este tipo.
Todo gracias al apoyo de la Secretaría de Educación y las fundaciones Merendón y Cervecería que atendieron el llamado de LA PRENSA que dio a conocer a principios del marzo las precarias condiciones en que tal sector y otros más de El Merendón se recibía el pan del saber.
Fotos:
Así reciben clases en escuela de Las Crucitas.
Calamidad
En la publicación del 6 de marzo de 2015, el diario líder dejó en evidencia cómo la escuela Luces de El Merendón estaba a punto de caerles encima a los escolares debido a que sus estructuras de madera devorada por las termitas y la polilla se encontraban en mal estado.
El clamor del profesor unidocente y los padres de familia se hizo saber de inmediato y solo 10 días después se presentó el plan de reconstrucción del centro educativo de la montaña.
El 19 del mismo mes, en Las Crucitas se celebraba, no solamente el Día del Padre, sino también el sueño hecho realidad para los menores.
“Cómo quise tener esto en mis épocas de niño, y gracias a LA PRENSA, las fundaciones y la Secretaría de Educación mis hijos podrán disfrutarlo, están motivados para venir a la escuela”, dijo Toribio Méndez, poblador de Las Crucitas.
Durante la inauguración del proyecto de reconstrucción quedó que Fundación Merendón y la Cervecería se encargarían del transporte del material (para los pobladores costaba más de L7,000) y también de la reconstrucción. Educación prometió dotar de más libros y construir el piso saludable.
Los niños de la escuela Luces de El Merendón visitan a diario las instalaciones de su centro educativo que está en proceso de reconstrucción en el sector de Las Crucitas.
Con desesperada curiosidad le preguntan a su profesor el día que finalmente podrán recibir clases en las nuevas aulas que para ellos serán perfectas. Se ha convertido un sueño hecho realidad poder recibir clases en los salones nuevos con ventilación y laboratorio de computación.
En menos de 15 días, la obra que consta de tres aulas y una zona de sanitarios quedará lista para su uso. La mayoría de ellos tendrá contacto por primera vez en su vida con instalaciones de este tipo.
Todo gracias al apoyo de la Secretaría de Educación y las fundaciones Merendón y Cervecería que atendieron el llamado de LA PRENSA que dio a conocer a principios del marzo las precarias condiciones en que tal sector y otros más de El Merendón se recibía el pan del saber.
La primera publicación dejó en evidencia las caóticas condiciones del centro educativo de Las Crucitas. Días después el apoyo llegó para toda la comunidad.
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Calamidad
En la publicación del 6 de marzo de 2015, el diario líder dejó en evidencia cómo la escuela Luces de El Merendón estaba a punto de caerles encima a los escolares debido a que sus estructuras de madera devorada por las termitas y la polilla se encontraban en mal estado.
El clamor del profesor unidocente y los padres de familia se hizo saber de inmediato y solo 10 días después se presentó el plan de reconstrucción del centro educativo de la montaña.
El 19 del mismo mes, en Las Crucitas se celebraba, no solamente el Día del Padre, sino también el sueño hecho realidad para los menores.
“Cómo quise tener esto en mis épocas de niño, y gracias a LA PRENSA, las fundaciones y la Secretaría de Educación mis hijos podrán disfrutarlo, están motivados para venir a la escuela”, dijo Toribio Méndez, poblador de Las Crucitas.
Durante la inauguración del proyecto de reconstrucción quedó que Fundación Merendón y la Cervecería se encargarían del transporte del material (para los pobladores costaba más de L7,000) y también de la reconstrucción. Educación prometió dotar de más libros y construir el piso saludable.