17/04/2024
05:27 PM

'Hombres me han llorado por querer encontrar un empleo”

María de los Ángeles Pozo habla de sus 20 años de experiencia como gestora de empleo en la Secretaría de Trabajo.

San Pedro Sula, Honduras.

En 20 años de desempeñarse como gestora de empleo en la Secretaría de Trabajo, María de los Ángeles Pozo (58) ha podido ver de cerca la necesidad de miles de sampedranos que llegan a diario a las oficinas en busca de una oportunidad laboral.

Doña Angelita, como le conocen, ha escuchado todo tipo de lamentaciones e historias de las personas que entrevista para que puedan optar a un empleo por medio de la plataforma del Servicio Nacional de Empleo de Honduras (Senaeh).

“Hace muchos años vino a las oficinas una muchacha. Recuerdo que la sala estaba llena, como siempre, y solo escuchamos que ella se había desmayado. Cuando fuimos a auxiliarla, ella no tenía signos vitales, pensamos que había muerto; pero luego de varios minutos regresó a la vida. Nos dijo que venía de Colón en busca de un trabajo y llevaba varios días sin comer. Era soldado, había estado en el Ejército. Ella buscaba trabajar en el área de seguridad. Siempre la recuerdo”, relata.

A la Secretaría de Trabajo en San Pedro Sula llegan a diario más de 200 personas. La mayoría son jóvenes, pero también hay un número importante de mujeres y hombres que sobrepasan los 40 años, a quienes sus opciones de trabajo se reducen al área de limpieza en el caso de las damas y seguridad para varones.

“Un muchacho que al cruzar la frontera ilegal hacia Estados Unidos perdió una de sus piernas, me pedía que lo mandara a entrevista donde fuera, que no importaba, porque él solo quería trabajar. Gracias a Dios encontró una oportunidad en una empresa”, cuenta. La Secretaría recibe semanalmente entre 200 y 300 nuevas vacantes de la empresa privada. “Hace poco vino una madre soltera. Estaban a punto de quitarle sus tres niñas porque no tenía trabajo y no podía mantenerlas. La mandamos a una empresa y consiguió el trabajo, sin embargo, ella estaba deprimida, con problemas sentimentales muy fuertes y no duró mucho. Es lamentable”.

Según Trabajo, en la ciudad hay más de 20,000 personas sin un empleo. “Hombres me han llorado por querer encontrar un empleo. Un hombre joven lloró desesperado, debido a que su mujer lo había dejado con sus niños porque él no tenía trabajo. Fue muy triste verlo”, expresa Pozo con la dulzura que la caracteriza.

“Estoy luchando por un caso. Su nombre es Rosa, una mujer de edad avanzada que trabajó por varios años en un banco y la despidieron. Tiene mucha experiencia, no obstante, no la contratan ya”.