Honduras le sigue la pista a más carteles: ministro de Seguridad

San Pedro Sula, Honduras.

Para el nuevo ministro de Seguridad, Julián Pacheco Tinoco, es importante que la depuración en la Policía Nacional no sea vista con un enfoque maquiavélico y sucio, sino como un proceso para lograr los mejores policías al servicio de la población.

Es un gran compromiso el que tengo. Soy de quienes creen en los equipos de trabajo y lo que he hecho hasta ahora ha sido gracias a un grupo de excelentes militares, policías y profesionales universitarios que hemos captado y se han empoderado de su trabajo. Eso es lo que ha dado buenos resultados y los buenos resultados los he capitalizado. Venir a la Policía es un gran compromiso porque se generan expectativas. La gente cree que yo puedo hacer algo y créame que si en mis condiciones está, voy a hacer lo que tenga que hacer, como dijo el Presidente, para recuperar la Policía y devolverle a la sociedad la Policía que debe tener y hacer que sea querida y respetada por todos. Mi misión es enfocarme estrictamente en ese tema.

Les apuesto más a los resultados. La misión es trabajar en la investigación; mejorar la unida de investigación criminal es una de las prioridades. Vamos a certificar el personal, adiestrarlo, equiparlo. Es vital dotarlo de la logística para que haga su trabajo y en eso nos enfocaremos.

La depuración es permanente, intrínseca a la existencia de la institución. Es control de calidad, es cada escalón que un Policía va a subir y debe ir certificado, adiestrado y actualizado. El que no cumpla los requisitos hasta allí llega. En teoría, la depuración va desde que un cadete entra a la academia e inicia un proceso continuo hasta que llega al máximo cargo como el de director general. A la depuración le vamos a dar otro enfoque, no como el de ahora, que es un poco maquiavélico, sucio. La asocian con asesinos, extorsionadores, y nada de eso. La depuración está en tener a los mejores policías y se logra con educación, entrenamiento, equipamiento y lo más importante, con los resultados de su trabajo.

Creo que casi un 95% son buenos policías. Lo que les hace falta es un proceso de actualización, de orientación en las tareas que tienen que hacer. Es de replantear cuadros y trabajar duro.

Antes del apoyo de la embajada se tiene que ver el apoyo político. Aquí podemos hacer el mejor plan, tener el mejor diseño para nuestra Policía, pero si no tenemos apoyo político, es decir la determinación del Presidente de hacer una buena Policía, no vamos a hacer nada. El apoyo de Estados Unidos es fundamental, pero es importante el apoyo también de los demás organismos. Pero más importante es el apoyo político y presupuestario que debe dar el país con sus propios recursos para la Policía Nacional. Eso es lo que la hace sostenible en el tiempo.

El narcomenudeo está muy relacionado con la delincuencia común, asaltos, crímenes en barrios y colonias. Es un tema vinculado a homicidios, pero vamos a crear una unidad especial de lucha contra el narcomenudeo. Es otra de las áreas que contemplamos atacar fuertemente.

Vamos adentro, al interior del país. Queremos llevar la paz y la tranquilidad a las grandes urbes de Honduras. No desmayaremos. Nuestro trabajo va coordinado y las acciones que nos han generado buenos resultados van a continuar ejecutándose. La meta es reforzar la seguridad en el país.

Alguna estructura ha quedado, pero por lo menos los actuales cabecillas de esta organización fueron capturados. La inteligencia siempre trabaja y se le sigue la pista no solo a este cartel, sino a otros en el país. Estamos vigilantes para combatir a los criminales.

Hay un fenómeno sociológico. La mujer es la mayoría de la población, ha incursionado en áreas relacionadas con la delincuencia y el crimen organizado, por lo que se vuelve más vulnerable. Pero a la vez muchas muertes de mujeres se relacionan con la cultura nuestra, donde la combinación de alcohol, droga y desempleo genera esa espiral de violencia doméstica y es uno de los delitos que más se denuncian en el país.