Tegucigalpa, Honduras.
Aunque el petróleo se ubicó esta semana a menos de 50 dólares el barril en el mercado internacional, los costos de la electricidad producida con búnker y diesel continúan elevados en Honduras, pese a que existe una cláusula en los contratos de suministro de energía térmica que cuando el precio del crudo baje a menos de los $55 se revisará el ajuste por combustibles que se aplica en la tarifa de electricidad.
Por este motivo diversos sectores del país se pronunciaron ayer para que no se siga cobrando dicho ajuste y exigieron su inmediata derogación.
“El contrato con los térmicos establece un precio internacional referencial de $55 por barril, a ese valor ya no se debe cobrar ajuste por combustible, (pero) a un precio superior sí se debe cobrar”, manifestó Ángel Hernández, representante del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Stenee).
En ese sentido, explicó que aún con el precio anterior, la estatal eléctrica cubre un 5% más.
“Después del precio de referencia, la Enee absorbe un 5% de aumento, si sobrepasa este porcentaje tiene que ser trasladado al consumidor”, apuntó.
En diciembre pasado, Leonardo Deras, subgerente técnico de la Enee, dijo que solo si el precio del petróleo descendiese por debajo de los $56 por barril se eliminaría el cobro de ajuste por combustible en la factura del servicio público, lo cual no ha sucedido.
Sin embargo, en recientes declaraciones Deras justificó que el ajuste por combustible cobrado en la factura mensual posee un componente adicional al precio del petróleo, que es la tasa de cambio, y hasta ahora no se ha registrado ninguna variación positiva del lempira frente al dólar.
El funcionario explicó que se trata de una fórmula matemática a la que se les ingresan los datos de la devaluación de la tasa de cambio y los del combustible y automáticamente da el porcentaje que es pasado a las computadoras que calculan el valor que se traduce en la factura.
Falta claridad
Sigfrido Sandoval, miembro de la comisión de energía del Colegio de Ingenieros Mecánicos, Eléctricos y Químicos de Honduras (Cimeqh), cuestionó que ese cálculo no es claro.
“Esta es una fórmula de carácter matemático creada por el Consejo Nacional de Energía. Esta fórmula contiene varios números que no se sabe de dónde vienen y por qué están, es un cálculo complejo”, indicó.
En ese orden, señaló que el ajuste al consumidor final también incluye un ajuste denominado tarifa en barra.
Este último cálculo es otra fórmula difícil que incluye otros números en donde se toma en cuenta el precio mensual de los combustibles utilizados en la generación de energía térmica.
Adolfo Facussé, presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), no solo pidió la eliminación del ajuste por combustible sino también las reducción a las tarifas de la energía eléctrica.
Adalid Irías, presidente de la Asociación de Consumidores de Honduras (Aconsumeh), lamentó que los altos precios de la energía restan capacidad adquisitiva a los hondureños.
“El pago de energía representa aproximadamente el 25% de los gastos de una familia, lo que quita capacidad de compra de los consumidores”, deploró.
Además dijo que al menos unas 600 mil familias ya no cuentan con el subsidio que les daba la Enee.
Aunque el petróleo se ubicó esta semana a menos de 50 dólares el barril en el mercado internacional, los costos de la electricidad producida con búnker y diesel continúan elevados en Honduras, pese a que existe una cláusula en los contratos de suministro de energía térmica que cuando el precio del crudo baje a menos de los $55 se revisará el ajuste por combustibles que se aplica en la tarifa de electricidad.
Por este motivo diversos sectores del país se pronunciaron ayer para que no se siga cobrando dicho ajuste y exigieron su inmediata derogación.
“El contrato con los térmicos establece un precio internacional referencial de $55 por barril, a ese valor ya no se debe cobrar ajuste por combustible, (pero) a un precio superior sí se debe cobrar”, manifestó Ángel Hernández, representante del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Stenee).
En ese sentido, explicó que aún con el precio anterior, la estatal eléctrica cubre un 5% más.
“Después del precio de referencia, la Enee absorbe un 5% de aumento, si sobrepasa este porcentaje tiene que ser trasladado al consumidor”, apuntó.
En diciembre pasado, Leonardo Deras, subgerente técnico de la Enee, dijo que solo si el precio del petróleo descendiese por debajo de los $56 por barril se eliminaría el cobro de ajuste por combustible en la factura del servicio público, lo cual no ha sucedido.
Sin embargo, en recientes declaraciones Deras justificó que el ajuste por combustible cobrado en la factura mensual posee un componente adicional al precio del petróleo, que es la tasa de cambio, y hasta ahora no se ha registrado ninguna variación positiva del lempira frente al dólar.
El funcionario explicó que se trata de una fórmula matemática a la que se les ingresan los datos de la devaluación de la tasa de cambio y los del combustible y automáticamente da el porcentaje que es pasado a las computadoras que calculan el valor que se traduce en la factura.
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Sigfrido Sandoval, miembro de la comisión de energía del Colegio de Ingenieros Mecánicos, Eléctricos y Químicos de Honduras (Cimeqh), cuestionó que ese cálculo no es claro.
“Esta es una fórmula de carácter matemático creada por el Consejo Nacional de Energía. Esta fórmula contiene varios números que no se sabe de dónde vienen y por qué están, es un cálculo complejo”, indicó.
En ese orden, señaló que el ajuste al consumidor final también incluye un ajuste denominado tarifa en barra.
Este último cálculo es otra fórmula difícil que incluye otros números en donde se toma en cuenta el precio mensual de los combustibles utilizados en la generación de energía térmica.
Adolfo Facussé, presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), no solo pidió la eliminación del ajuste por combustible sino también las reducción a las tarifas de la energía eléctrica.
Adalid Irías, presidente de la Asociación de Consumidores de Honduras (Aconsumeh), lamentó que los altos precios de la energía restan capacidad adquisitiva a los hondureños.
“El pago de energía representa aproximadamente el 25% de los gastos de una familia, lo que quita capacidad de compra de los consumidores”, deploró.
Además dijo que al menos unas 600 mil familias ya no cuentan con el subsidio que les daba la Enee.
