“La emisión de cheques sin fondos” y nuevos señalamientos trascendieron ayer respecto a las deudas contraídas y aún no honradas por el gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, Enee, y también ministro de Inversiones, Leion Antonio Starkman Milla, con empresas privadas y bancos locales.
Starkman fue nombrado en ese puesto el 24 de abril, en sustitución de Juan Bendeck, como una opción profesional para rescatar a la Enee de un millonario déficit económico, combatir la corrupción institucionalizada y mermar la histórica mora de los clientes con la estatal, entre otras acciones.
Recientemente, medios de prensa señalaron al funcionario de adeudar millonarias sumas de dinero a BAC Credomatic, banco Cuscatlán y al empresario sampedrano Carlos Urbizo Solís, pero al parecer eso ha sido sólo el principio.
Urbizo Solís manifestó que Starkman le adeuda una pequeña porción de los 28 o 30 millones de lempiras que supuestamente debe honrar a los bancos Credomatic y Cuscatlán.
Conmigo “son dos operaciones distintas, una fue por un aval que brindó una de mis empresas a favor de una empresa de él lo cual incumplió y la otra fue por una operación privada, entre el padre del funcionario, que se llama Leo Starkman Mejía y yo. Su padre me compró un lote pequeño de acciones de la empresa Representaciones Mundiales, Rensa”, dijo.
La segunda transacción, continuó, contó con el aval personal de Leion Starkman Milla, porque él había hecho uso de ese dinero y lo administró mal.
“Él mismo lo admite, la empresa Rensa presentó problemas económicos, que no cayeron del cielo, sino debido a la mala administración del negocio”.
Urbizo Solís manifestó que las acciones fueron negociadas con el padre del funcionario para evitar verse involucrado en algún tipo de reclamo posterior, porque la compañía no se manejaba de manera adecuada, no brindaban información oportuna y tampoco se convocaba al consejo de administración ni a la asamblea de accionistas.
Rensa es una empresa representante de fabricantes de sopas instantáneas, chocolates, goma de mascar y de finos licores, entre otras productos comestibles y golosinas importadas.
“Si el negocio no es debidamente manejado y de una manera diligente y prudente, tendrá los problemas”, dijo.
Los cheques
Urbizo Solís expresó que profesa una profunda amistad con el padre del funcionario y por esa razón lamenta la determinación legal incoada en un tribunal sampedrano en contra de Leion Starkman.
“Agoté todas las instancias extrajudiciales. Él me decía que le diera un mayor plazo para pagar una cantidad que no quiero revelar, pero se desatendió de su obligación en los últimos dos o tres meses, no respondió las cartas de cobro y hasta me entregó cheques sin fondos”.
Starkman negó que haya emitido cheques sin fondos para pagar compromisos con Urbizo.
Más acreedores
El empresario confirmó que el presidente y el mayor accionista de Rensa, cuya oficina está en San Pedro Sula, es Leion Starkman, quien está activo en la firma, no es cierto que se haya retirado de la empresa o esté “desasociado”.
“Starkman no ha dicho la verdad, le recomiendo que hable con los ejecutivos de los bancos BAC y Cuscatlán. Ellos le dirán que todavía la semana pasada mantuvieron con él pláticas para llegar a un acuerdo de cómo cumplirá con sus obligaciones”.
Además, se puede comprobar que el año anterior contrató hipotecas con esos bancos para garantizar los referidos créditos.
Urbizo reveló que la deuda de 30 millones “es poca” porque existen otros bancos a los que Starkman les adeuda cantidades superiores a las referidas.
Recomendó consultar en la central de riesgo los casos.
“Dejé de ser empleado”
Starkman negó que haya emitido cheques sin fondos para saldar los compromisos suscritos con Urbizo Solís. Reconoció que Rensa es una empresa comercial y, como tal, tiene esos compromisos con Credomatic y Cuscatlán, entre otros acreedores bancarios.
“Soy el presidente de la empresa, pero dejé de ser un empleado de ella hace muchos años”, dijo.
BAC interpuso una demanda en contra del funcionario por una deuda que asciende a casi 22.8 millones de lempiras y banco Cuscatlán reclama de manera judicial el pago de 6.7 millones de lempiras; se suman otras cuentas.
Cifra
30
Millones
De lempiras adeuda Leion Starkman a dos bancos, aunque a la lista se suman otros más, según Carlos Urbizo Solís.
Dato
BAC interpuso una demanda en contra del funcionario por una deuda que asciende a casi 22.8 millones de lempiras y banco Cuscatlán reclama de manera judicial el pago de 6.7 millones de lempiras.
