24/04/2024
08:04 PM

Locutores del ayer

En un estudio atiborrado de objetos antiguos que usaron sus antepasados pasa la mayor parte de su tiempo, Raúl Escoto, hijo único del poeta y pionero de la radifusión en Honduras, Manuel Escoto.

En un estudio atiborrado de objetos antiguos que usaron sus antepasados pasa la mayor parte de su tiempo, Raúl Escoto, hijo único del poeta y pionero de la radifusión en Honduras, Manuel Escoto.

Tendría unos ochos años Raúl cuando su padre compró al cubano José Garacochea, un aparato transmisor de forma rudimentaria el que después el poeta logra convertir en una emisora.

Lo que adquirió don Manuel Escoto eran piezas anticuadas que el cubano había logrado armar para transmitir propaganda destinada al comercio local.

Sin embargo, con ellos el señor Manuel Escoto fundó la emisora HRP1, El Eco de Honduras, de grata recordación entre los sampedranos que vivieron la época de oro de la radiodifusión hondureña entre los años 30 y 60.

Versos y ondas hertzianas

Desde muy temprana edad, Manuel Escoto había bordado metáforas e hilvanado versos, pocos conocían su habilidad para manejar las ondas hertezianas hasta que se metió a radiodifusor.

Don Raúl Escoto, quien ahora tiene 84 años, recuerda que siendo cipote ayudaba a su padre en pequeñas tareas, cuando estaba operando la emisora.

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En el lugar donde ahora está el edificio Bográn funcionó por primera vez HRP1, El Eco de Honduras.

“Mi padre le ayudó incluso, a don Rafael Ferrari García, a meter en el dial la frecuencia de HRN. Yo tenía ocho años y ya lo auxiliaba con el control remoto”, dice don Raúl, un marinero jubilado que vive en el barrio El Benque.

El pequeño Raúl estaba presente cuando el poeta le indicaba al señor Ferrari, por la línea telefónica, como dirigir los módulos para colocar la frecuencia en el aire hasta que lo logró. Por ese tiempo HRP1 estaba en un edificio de la primera calle, dos cuadras al oeste de la municipalidad, dice.

“El Tío Merejo fue un personaje creado por mi papá para entretener a los niños con cuentos y juegos, en los que siempre había un mensaje sobre el buen comportamiento de los chiquillos para con sus padres”, dijo.

El Eco de Honduras también había empezado a transmitir, desde 1930, conciertos con la marimba Usula, animados por los locutores Arturo Nuila y Carlos Rivera, quienes además incursionaban en programas deportivos.

Fue la pionera de la radiodifusión nacional, porque la primera planta transmisora que se instala en el país fue la Voz del Trópico, pero esta emisora tenía carácter experimental.

De no ser porque la HRP1 pasó a manos del general Filiberto Díaz Zelaya a la muerte del escritor, talvez Raúl Escoto hubiera sido un empresario de la radiodifusión, pero la vida le marcó otro rumbo.

La música y el mar

La relación entre su padre y Díaz Zelaya comenzó en una ocasión cuando el poeta necesitaba apoyo financiero para comprar repuestos en el exterior y tuvo que admitirlo como socio, dice. Después hubo una transacción en la que el poeta concedió todos los derechos al general para que se hiciera cargo de la radiodifusora a su muerte, ocurrida en 1938.

“Mi tío Luis Escoto me terminó de criar y me puso a estudiar música en la Escuela Victoriano López donde aprendí a tocar el violín”. Sin embargo, como en nuestro medio no se puede vivir sólo del arte, se fue al mar de donde regresó después de nueve años de navegar en un barco norteamericano.

“Eran los tiempo de la segunda guerra mundial”, dice el entrevistado quien ahora se sostiene de un bordón para ayudar a sus piernas estropeadas por el reumatismo.

El músico que quiso ser lo ve ahora en su hijo Rodolfo Antonio Escoto quien toca magistralmente el violín en una orquesta sinfónica de Madrid, según dijo.

Enseguida coloca un video en el televisor y ya no para de hablar sobre el talento del joven que aparece ejecutando a los grandes genios de la música clásica.

“Ese es un alegro de Mozart difícil de ejecutar”, comenta emocionado sin apartar la vista de la pantalla.

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Don Rafael Ferrari García enseñaba técnicas de locución.

“También le gusta hacer versos igual que al ilustre abuelo, quien fue un gran soñador y un fiel enamorado del arte”, expresa. “A él debe San Pedro Sula el nombre de la ciudad de los zorzales y el orgullo de haber tenido la primera radioemisora en el país”.

Influyente

1. planchas

El animador cubano Alfredo Arambarry ponía frenética a la gente de la Costa Norte cuando anunciaba con una peculiar voz al conjunto de HRQ, Radio Suyapa.

2. personaje

El recordado locutor sampedrano, don Víctor Manuel Rodríguez fue uno de los primeros animadores de programas radiales transmitidos por HRP1.

3. Innovador

Manuel Bonilla hace la primera transmisión a control remoto en 1936 al narrar el encuentro entre los equipos Hibueras y Olimpia desde el campo La Isla de la capital.

Opinión

“HRN fue la primera emisora registrada, pero antes había comenzado a funcionar en San Pedro Sula, HRP1, de Manuel Escoto”.

Antonio Corea

Locutor