Tegucigalpa. Cerca de 1,600 maestros de todo el país han renunciado a la Cuenta de Ahorro Previsional (CAP) que se creó recientemente mediante reformas en la Ley del Instituto de Previsión del Magisterio (Inprema).
Esa cantidad de profesores equivale al 3% de los afiliados al Inprema (56,000, sin incluir jubilados) en todo el país.
El director presidente del Inprema, Ernesto Carías, consideró que es “una cifra baja” de docentes quienes se han dejado influenciar por la dirigencia para desistir de este beneficio.
La CAP entró en vigor el pasado 1 de febrero con la publicación de las reformas al Inprema en el diario oficial La Gaceta y ofrece un seguro de vida (hasta de un millón de lempiras), de accidentes para el afiliado y su familia. Con el nacimiento de la CAP se dio el tiro de gracia a los colegios magisteriales, pues se recortarán los fondos que recibían de los profesores.
Se estima que el impacto para los seis colegios será de unos 450 millones de lempiras.
