Qué sampedrano nunca visitó el memorable rótulo de la Coca-Cola en el corazón de El Merendón.
En lo particular, viví una experiencia muy agradable. Tenía al menos diez años cuando mi tío, hermano menor de mi madre, nos entusiasmó a mí, a mi hermanita y a un primo a emprender la aventura de subir al rótulo.
En aquellos tiempos, hace 19 años, la palabra Coca-Cola se observaba por la noche con colores rojo y blanco, y decidimos 'el por qué no escalar', que muchos sampedranos me comentaron cuando empecé las investigaciones de este reportaje.
Nuestra aventura inició en una bicicleta y no una para cada uno, sino para cuatro. Logramos subir, claro está, un poco rojos y sedientos, pero lo logramos. Observar la ciudad desde esas alturas me pareció fascinante, sabía que había valido la pena escabullirnos de mamá y subir todos en una bicicleta. Dejaré a la imaginación del lector la bajada, sólo diré que si mi tío no pone los frenos, quizás estas líneas no estuvieran escritas.
Historia
Todo se remonta al año 1984. En esa época se encontraba instalado un gigantesco rótulo con el nombre de 'Muebles Capri', el cual constituía un atractivo en San Pedro Sula. Cuando éste fue removido debido al deterioro, El Merendón quedó sin el atractivo que lo caracterizaba.
La Cervecería Hondureña tomó la iniciativa de colocar un rótulo de neón con el nombre de la marca Coca-Cola, con la intención de crear una figura y convertir a San Pedro Sula en la ciudad de Latinoamérica con el rótulo más grande de la Coca-Cola, 10 metros de alto por 73 metros de largo.
El rótulo está ubicado en la colonia Lomas de Bella Vista.
Durante todos estos años el rótulo en la montaña de El Merendón ha representado un gran atractivo y al mismo tiempo un lugar de esparcimiento, ejercicio y relajación para la comunidad sampedrana.
En los últimos meses el rótulo ha estado apagado debido a los constantes actos de vandalismo, como es el robo de cables, suiches y otros implementos.
Los ejecutivos de la empresa informaron que están trabajando ya en diferentes alternativas para mantenerlo y aseguran que es posible que vuelva a ser luminoso durante la noche.
Anécdotas
Lo que sí es cierto es que el rótulo es como el 'Hollywood' de Los Ángeles, EUA, nada más que en San Pedro Sula. Incluso por Internet circuló un correo de 'cómo saber si sos realmente sampedrano' y una de las citas decía: 'Subiste a pie o en bicicleta al rótulo de la Coca-Cola'.
Habrá quien al leer este trabajo periodístico recuerde muchas de sus aventuras. ¿Quién de novio no llevó a su amada en carro, en bicicleta o se atrevió a pie, a contemplar la ciudad?. Los intrépidos fueron de noche y en la madrugada, la vista era mejor.
José Aguilar, quien ahora trabaja en un banco, recordó que fue al rótulo con compañeros de la escuela Dionisio de Herrera. 'Cómo no recordar, -sonríe-. Teníamos en mente desde hacía días subir al rótulo. Lo mirábamos tan cerca que un domingo en la mañana subimos en nuestras bicicletas y emprendimos la aventura. No llevamos ni un bote de agua, nos reíamos, pero bueno, fue bonito'.
Leí una vez en un blog que una joven recibió el año nuevo en el mirador de la Coca-Cola, comiendo baleadas y pastelitos de carne.
'Fui obligada por el colegio', fue lo primero que me dijo Ana Maldonado, cuando la abordé para preguntarle si alguna vez había ido al rótulo. 'No quería ir a caminar tanto... claro, eso fue hace como quince años, la ciudad estaba menos contaminada. La vista es increíble. Espero que lo vuelvan a encender de noche porque se miraba bonito'.
El ex alcalde Héctor 'Tito' Guillén comentó que 'la ciudad perdió un récord Guinnes porque se suponía que era el rótulo de la Coca-Cola más grande del mundo'.
'Nos gustaba subir porque era y es una belleza, ahí era el lugar de la juventud, muy seguro y tranquilo con una vista espectacular y aprovechábamos para darnos nuestras trincaditas. Trae buenos recuerdos. Lástima que por culpa de los vándalos ya no se encienda', añadió. El ex alcalde es del criterio que el rótulo es un ícono y un punto de referencia. Hay algunos que dijeron que no han ido porque lo contemplan desde abajo.
Ahora mucha gente camina hacia el rótulo ejercitándose. A unos cuantos pasos está acondicionado un mirador. Si eres sampedrano y aún nos has ido, te invitamos a que camines no menos de 40 minutos, vale la pena intentarlo.
